¿De qué depende el buen gusto o el mal gusto de una broma?¿Hay temas con los que no se puede bromear nunca? ¿Aún es posible hablar claro y reírse sanamente de todo sin que te llamen provocador?
Manuel Delgado cree que "una broma siempre es un reto porque implica una infracción, porque dices o haces algo que no deberías decir". Manuel además dice que "hay que saber a quién se le hace una broma".
Elisa Beni dice que hay una cierta incoherencia en hacer un chiste sobre una situación delicada de un organismo y ser el director de comunicación de ese organismo. También opina que "habría que diferenciar entre los chistes y el humor y entre las bromas y las bromas pesadas, que responden a diferentes mecanismos".
Lucía Etxebarria dice que no se pueden hacer bromas en medios de comunicación porque no se sabe si el receptor es cómplice. Dice también que un chiste necesita un emisor y un receptor y si el receptor decide no recibirlo hay que aceptarlo.