Este martes el Consejo de Ministros ha aprobado dos medidas que estaban entre los compromisos electorales: la Tasa Tobin y la Tasa Google; la primera afectará a la compra-venta de acciones y la segunda a las grandes empresas tecnológicas que ganan cientos de millones pero que tributan en España menos que muchos autónomos.
El Gobierno estima que ingresará o ingresaría unos mil ochocientos millones de euros al año con estos nuevos impuestos. El condicional se debe a que la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ya ha anunciado que se aplicaría un período de gracia hasta diciembre. Algo similar tuvo que hacer Francia por las presiones de EEUU. La esperanza para las cancillerías europeas es que Trump pierda las elecciones y se pueda pasar página al chantaje actual de la Casa Blanca que ya saben que amenaza con aranceles a los productos europeos si se obliga a las tecnológicas a tributar allí donde hacen su negocio millonario.