Sin duda alguna, uno de los principales debates de nuestro tiempo es el que se desarrolla en torno a los desafíos que plantean la crisis ambiental y climático que podemos notar en inviernos tan cálidos como este. Entre las numerosas corrientes que reflexionan y buscan soluciones a los problemas ambientales, se está dando a conocer el concepto de "decrecimiento sostenible", que en España divulga, entre otros, Antonio Turiel.Turiel ejerce como científico del CSIC y titular del departamento de Oceanografía de este centro, y hoy se ha pasado por el programa de Julia Otero para hablar con ella acerca de estas problemáticas.
¿Qué es el decrecimiento?
Desde 2010, Turiel ejerce como divulgador, y ha publicado 4 libros advirtiendo de los problemas que derivarán de la falta de recursos y materias primas en nuestro planeta. "Yo siempre soy optimista", ha afirmado Turiel al inicio de su entrevista, "Si no lo fuera, no me esforzaría tanto en hacer divulgación".
El decrecimiento del que habla Turiel es una corriente teórica que aboga por ajustar el consumo a las necesidades reales de la población, reduciendo los excesos productivos que, según, Turiel, solo benefician a las élites económicas y financieras de nuestro planeta: "El mundo tiene recursos más que suficientes para satisfacer las necesidades de todos, pero nunca los suficientes para satisfacer la avaricia de unos pocos", afirma el científico, licenciado en Física y Matemáticas.
¿Un nuevo modelo económico?
Turiel sostiene que el sistema capitalista actual es inflacionario, y que solamente se sostiene bajo un modelo de crecimiento infinito: si el crecimiento económico no se mantiene de forma perpetua en el tiempo, este colapsará, afirma el científico del CSIC. "¿Quién puede pensar que un modelo económico orientado al crecimiento infinito puede funcionar para siempre en un planeta finito?", se pregunta el científico, que afirma que nos encontramos inmersos en un proceso histórico en el que el capitalismo dará inicio a otro modelo económico aún desconocido: "Tenemos que ir a un sistema económico diferente", afirma el científico, que aboga por un modelo "estacionario" en el que se pueda tener certeza del consumo y la producción a largo plazo.
"Podemos construir un futuro mejor, pero tenemos que esforzarnos para construirlo", afirma el científico, que critica la postura que muchas personas adoptan frente a la crisis climática: el científico opina que no debemos pensar que la tecnología nos va a salvar y va a permitirnos seguir manteniendo el mismo estilo de vida sin afrontar cambios.
"Yo soy científico. No tengo fe en la ciencia", afirma Turiel, que afirma que el problema "no es tecnológico, sino social". "Queremos seguir consumiendo como estamos consumiendo hasta ahora, y eso es imposible", asevera el divulgador.
"Lo que hay que hacer es una racionalización del uso", explica el científico, que aboga por planificar una reducción del uso de recursos que no repercuta en nuestro bienestar. El científico afirma que podríamos vivir con el mismo nivel de bienestar sin consumir tantos recursos, pues este modelo de crecimiento imparable solo beneficia a los grandes capitales financieros. "Si no es democrático, y si no es planificado, eso no es decrecimiento, eso es empobrecimiento, que es lo que tenemos ahora", que emplaza a los distintos agentes de la sociedad a empezar a reflexionar sobre esta materia.
¿Son las renovables la solución?
Para Turiel, ya hay signos de que "andamos justitos de todo", y de que "los alimentos empiezan a faltar en el mundo". Turiel opina que no se trata de un problema de producción, sino de distribución, pues el encarecimiento de los combustibles fósiles está encareciendo y dificultando los transportes de todo tipo de productos.
En la entrevista, Turiel también se ha mostrado un poco escéptico con respecto a la promoción que se está haciendo de las energías renovables, que afirma que tampoco podrán mantener este sistema: "Se está intentando hacer lo mismo que hacíamos con los combustibles fósiles con las renovables", afirma Turiel, que puntualiza que este tipo de fuentes de energía generarán menos de la que ya tenemos, pero más de la que realmente necesitamos