Hoy hace 40 años del intento de golpe de Estado perpetrado por Tejero y que retuvo a los diputados en el Congreso. Para saber como lo vivieron desde dentro, hablamos con el miembro entonces de UCD, José Manuel García Margallo, y con Anna Balletbò, del PSC. Ambos concuerdan en que fue una noche muy larga y el temor a ser asesinados estaba presente. Llegaron a pensar incluso que los irían matando por filas.
El papel de Juan Carlos I
Balletbò fue una de las primeras personas en salir del Congreso porque estaba embarazada y telefoneó enseguida al entonces rey, Juan Carlos I, que "se preocupó mucho por ver si había heridos". La diputada remarca la importancia del monarca como defensor de la democracia. "Un dato relevante es que Juan Carlos siempre dijo que para garantizar un sistema político basado en la igualdad no debía ilegalizar al PCE, aunque muchos se lo pidieran", explica.
Esta es la misma opinión que tiene Margallo y reconoce que el emérito se ha visto implicado en actividades cuestionables, pero "la balanza está a su favor porque ha contribuido mucho a modernizar España". Además, aclara que se fue del país para no perjudicar a su hijo ni a la institución de la monarquía.
La Transición se pone en debate
A otra de las conclusiones que llegan ambos ex diputados es lo peligrosos que son los ataques a la transición que se llevan a cabo por parte de algunos partidos. Margallo indica que el éxito de esta consistió en que los dos partidos (UCD y PSOE) supieron virar hacia el centro: "Todos íbamos al mismo objetivo y por eso salió bien. Ahora, se está tendiendo a la polarización, dando como resultado una sociedad completamente dividida".
Por su parte, Balletbò critica que se hable de la transición como un régimen y no como un sistema y añade que su éxito se debió a que "todos pensaron en el bien de España y en la convivencia". Además, reconoce que "se le ponen los pelos de punta" cuando se habla de una República porque "no hay ningún líder político preparado para eso".