El 25 de enero de 2020 un turista alemán fue el primer caso diagnosticado de coronavirus en España. Por aquel entonces, la opinión mayoritaria era que solo era una gripe o que no iba a salir de China y, tal como se ha visto, no fue así. Hablamos con Tang Yinfeng, arquitecto y dueño de un restaurante en Madrid, y Jiajie You, director de cortos nacido en Barcelona, para conocer los primeros días del virus en nuestro país.
Esta fecha coincidió con la celebración del Año Nuevo Chino, 25 de enero, y las celebraciones en España fueron frecuentes. Mientras que You recuerda que permaneció aquí y salió de fiesta, a pesar que su madre le advirtiera del peligro, Yinfeng viajó a su país de origen para pasarlo con su familia. El arquitecto explica que allí ya se había decretado el confinamiento y que a su vuelta a Madrid, se quedó en casa durante 8 días de forma voluntaria para evitar contagiarlo en caso de tenerlo.
Individualismo vs. responsabilidad social
Ambos reconocen que una de las diferencias entre China y España es el carácter individualista que nos caracteriza frente a su sentido de grupo: "Allí hay mucha más responsabilidad social. Cuando empezó a aumentar la cifra de contagios, aceptamos el confinamiento como forma de proteger a la sociedad. Aquí se decía que no era una medida adecuada, ya que atacaba la libertad individual", reflexionan.
Además, los duros meses que provocaron el cierre de muchos negocios no afectaron de la misma manera a los ciudadanos chinos en nuestro país: "Tenemos la costumbre de ahorrar mucho y pudimos contar con un colchón para hacer frente a la pandemia. Esta es otra diferencia con los españoles", añaden.
Una lucha contra los estereotipos
La llegada del coronavirus supuso la expansión de un movimiento que culpaba a los ciudadanos chinos del virus y pensaba que todos ellos estaban contagiados. Fue necesario que crear varios mensajes bajo el lema 'No soy un virus' para intentar que se dejara de relacionarlos con la pandemia. No solo eso, Yinfeng y You indican que a día de hoy siguen existiendo muchos estereotipos de la población china: "No son todos negativos, es cierto que se dice que somos una sociedad muy hermética, sin embargo, también muy trabajadora y eficiente".
Afortunadamente, en España ya hay generaciones de chinos nacidos aquí y están sirviendo para romper estos mitos. "Siguen existiendo, pero van a menos. Ya no nos ven solo como a propietarios de bazares y restaurantes, ahora hay muchos periodistas, abogados...", manifiesta You.