El jurista Baltasar Garzón acaba de publicar su nuevo libro 'La encrucijada: Ideas y valores frente a la indiferencia'.
Tras haber superado la Covid-19, el exmagistrado reconoce que "está bien, pero con secuelas importantes". "No se sabe a ciencia cierta qué son y cuáles son esas secuelas. Es muy grave que se banalice el virus de la manera en que se ha hecho", indica Garzón.
En su libro hace referencia a la "encrucijada" social y política que vamos a tener que asumir ahora y de cara al futuro. "Hay algunas salidas que son muy negativas y que ya hemos visto cuáles están siendo, pero parece que se está equilibrando con los resultados que estamos observando en las elecciones estadounidenses o en otros países latinoamericanos", comenta.
La carrera del juez Baltasar Garzón ha tenido muchos puntos de inflexión, pero sin duda alguna, a nivel internacional fue el caso de Pinochet. "La investigación de los crímenes de las dictaduras Argentina y Chilena representaron un hito importante por suponer la aplicación del principio jurisdiccional universal en España que después ha dado tanto que hablar".
El jurista señala que si pudiera volver atrás no cambiaría nada de lo que hizo, a pesar de que eso le llevara a la expulsión de su carrera judicial. "Sabía a lo que me arriesgaba y lo que asumía - señala Garzón -. Por ser coherente y siguiendo el ejemplo de Pepe Mújica -Expresidente de Uruguay - no podía renunciar a la protección de las víctimas, al margen de que pudiera haber cometido algunos errores".