ENTREVISTA

Leyao, adoptada en China: "El síndrome del salvador blanco ha hecho que se romantice la adopción"

Leyao y Lucía son dos de las 18.000 niñas chinas que han sido adoptadas en España desde 1997. Hablamos con ellas sobre la decisión de China de poner fin a su programa de adopción desde el extranjero.

ondacero.es

Madrid | 29.09.2024 11:54

El pasado 28 de agosto, China suspendió su programa de adopción de niños desde el extranjero, que había estado en vigor durante más de tres décadas.

En España y el resto del mundo, el documental 'La habitación de la muerte' donde se mostraba las condiciones inhumanas en las que vivían los menores en los orfanatos chinos, sobre todo las niñas, disparó las adopciones internacionales.

Así, en 1992 China abrió el programa de adopciones internacionales y en España la primera adopción de una niña de origen chino se llevó a cabo en 1997.

Desde entonces las adopciones fueron en aumento y en 2005 la mitad de las adopciones en España eran de niñas, y también algunos niños, que venían de China. Esta tendencia ha decrecido en los últimos años y en 2023 solo se realizaron cuatro adopciones de niños y niñas chinas.

Leyao y Lucía son dos de las 18.000 niñas chinas que han sido adoptadas en España desde 1997. Leyao es divulgadora de contenido e imparte conferencias sobre la discriminación racial escolar y la sinofobia (discriminación de personas de origen chino).

Lucía trabaja en CORA Joven, la sección juvenil de la Coordinadora de Asociaciones de Adopción y Acogimiento.

Sobre la decisión de China de paralizar las adopciones procedentes del extranjero, ambas aseguran que tienen sentimientos encontrados. Por un lado entienden que responde a las políticas natalistas del país, pero por otro se preguntan qué habría sido de ellas si en vez nacer hace 20 años lo hubieron hecho hace dos.

Leyao destaca la importancia de que a la hora de adoptar "se ponga en el centro el deseo de ser padres y no el hacer una obra de caridad". "En el imaginario blanco occidental se han romantizado las adopciones, en parte por el síndrome de salvador blanco en el caso de adopciones racializadas".

Por su parte, Lucía cree que es fundamental "hacer participe al menor de cuál es su realidad": "Formarse como familia adoptiva es fundamental".

Ambas coinciden en que sigue habiendo muchos prejuicios sobre la adopción de niños racializados y aseguran que su generación ha sufrido "muchas preguntas incómodas y racismo".