Desde nuestro primer año de vida ya se está produciendo nuestra "capacidad de producir el lenguaje", nos cuenta el neurocientífico Xurxo Mariño, que ha escrito un libro que ha titulado 'La conquista del lenguaje'.
Siempre se ha estudiado más el funcionamiento del cerebro de los animales que el humano. Es más, el estudio de nuestro propio cerebro "es muy reciente", ya que "las palabras no dejan fósiles" y esto nos obliga a que hayamos tenido que "acceder a pistas indirecta para ver cómo ha surgido esa habilidad", dice Mariño.
Además, la capacidad simbólica entre ideas y cosas y la representación que nos inventamos de estos objetos, es algo, explica el neurocientífico, que "surge en los últimos 2 millones de años y es la semilla del lenguaje".
"El lenguaje nos permite generar pensamientos y transmitirlo, algo que los animales no pueden hacer", indica Mariño. Antes se pensaba que las palabras se guardan en el hemisferio izquierdo en las áreas de broca y de wernicke, pero resulta que hace poco se ha conocido que estas "están distribuidas por toda la corteza cerebral".