Javier Cercas recupera en su nueva libro como protagonista a Melchor Marín, el Mosso de 'Terra Alta', con la que ganó el Premio Planeta 2019. "El título puede ser un poco provocador porque estamos acostumbrados a relacionar la palabra independencia, sobre todo en Cataluña, a una cuestión política. Pero esta palabra es maravillosa. A mi me asombra que nadie le haya puesto un título así a una novela. Esta palabra puede tener sentido moral, personal, económico... hay muchas maneras de interpretarla", explica.
El protagonista de su novela regresa para investigar a los que chantajean a la alcaldesa de Barcelona con un video sexual. Todo ocurre en 2025. La investigación le llevará a adentrarse en los círculos del poder económico y político de la ciudad. “Esta es la historia de un chaval, llamado Enríquez Ramírez, que es la contrafigura del protagonista, Melchor Marín. Un chaval que busca la independencia personal, es decir la económica de manera equivocada. Este chico lo que hace es acercarse a los ricos y poderosos de Barcelona y esta élite económica lo que hace es utilizarlo para sus propósitos perversos y luego usarlo como papel higiénico”.
Es una metáfora exacta de lo que ha ocurrido en Cataluña
Un argumento que le sirve a Cercas para reflexionar sobre lo ocurrido en Cataluña en los últimos años. "Es una metáfora exacta de lo que ha ocurrido en Cataluña, de lo que fue el procés. En 2012, todos estábamos sumidos en una crisis muy profunda y para salir de esa crisis las élites barcelonesas presionaron al gobierno de Madrid para que las sacara de esa crisis y ¿cómo lo consiguieron? Sacando a la gente a la calle”, explica.
Además, quiere aclarar un "malentendido". "El procés se acabó en 2017 cuando se chochó con el muro del Estado de derecho y de la Unión Europea. Ahora estamos en el problemón que eso ha creado y no sabemos donde nos va a llevar. La prueba de que el procés esté acabado es que los políticos hablan en pasado. Ahora estamos en consecuencias de eso pero es una cosa distinta".
Esta novela es un alegato contra la tiranía de los dueños del dinero y los amos del mundo, porque esta élite barcelonesa no es distinta de otras élites que están en el poder, cuenta. "El mejor instrumento que hemos encontrado para defendernos de esas élites se llama democracia. El poder siempre quiere más poder y la democracia nos permite poner freno a esa voracidad insaciable", resalta.