La difusión de imágenes falsas de niñas menores desnudadas generadas por inteligencia artificial en Almendralejo, además de poner de manifiesto el peligro de la Inteligencia Artificial, ha puesto sobre la mesa el debate sobre el acceso, cada vez más precoz, a la pornografía.
La Fiscalía ya está investigando el caso, pero parece que los autores de las fotografías manipuladas también serían menores de edad y compañeros de colegio de las niñas.
Los padres de las menores afectadas ya han condenado lo sucedido, pero aún no hemos escuchado a las familias de los presuntos autores.
Jorge Gutiérrez es el director de la asociación 'Dale una vuelta', una entidad encargada de ofrecer información, prevención y recuperación de las personas con adicción a la pornografía. Según un estudio el 75% de los padres creen que sus hijos no han visto nunca pornografía, mientras que las estadísticas señalan que la edad media de inicio de consumo de porno en España es de 11 años.
¿Falta educación sexual en los menores? Desde luego los datos son preocupantes. La Fiscalía de menores lleva alertando desde hace tres o cuatro años del "aumento de agresiones sexuales entre menores". "En cualquier otro tema no hay tanta unanimidad sobre los datos. Todos los estudios coinciden en que las cifras de consumo de pornografía son muy altas en adolescentes a partir de 9 o 10 años", asegura el experto.
Una visión distorsionada sobre la sexualidad
El acceso tan fácil y rápido a la pornografía junto con la falta de educación sexual puede impactar muy negativamente en los más jóvenes. "El consumo de pornografía en menores es una especie de violación psicológica". "Los adolescentes pueden estar años con un 'shock' por imágenes de sexo violento", señala.
Además, los consumidores de pornografía son principal y mayoritariamente hombres y el acceso temprano a este contenido provoca que los menores tengan una visión distorsionada, violenta y machista sobre las relaciones sexoafectivas y las mujeres.
El consumo de pornografía en menores es una especie de violación psicológica
"Es muy difícil que cualquier hombre que vea pornografía sea capaz de mirar con respeto a una mujer, y más aún si son jóvenes, que son más vulnerables", apunta.
Hay que hablar de sexo en casa
Jorge Gutiérrez explica que muchos padres permanecen ajenos ante todas estas estadísticas. La mayoría de familias creen que sus hijos menores no consumen porno, algo muy alejado de la realidad. Y, además, los controles parentales de los programas parecen no ser suficientes.
Es imprescindible la confianza y la comunicación en el seno familiar. "Los padres deben hablar de sexo con sus hijos antes de que sean adolescentes (entre los 8 o 10 años)", asegura Jorge.
"No se puede prevenir todo y más teniendo en cuenta que la mayoría de los menores tienen móviles. Ahí también entra en juego la responsabilidad y el sentido común de los padres de entregar un móvil a su hijo a una edad muy temprana". El experto también ve fundamental que los niños se sientan "queridos" y vean "que sus padres se quieran".