ENTREVISTA EN JULIA EN LA ONDA

Juan Carlos Unzué, tras comunicar que tiene ELA: "Cuando recibí el diagnóstico no me impactó, sabía que algo grave estaba pasando en mi cuerpo"

Juan Carlos Unzué ha hecho público que tiene ELA, una dura enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta a las células nerviosas del cerebro y de la médula espinal, provocando que se vaya perdiendo la movilidad. También nos acompaña la presidenta de la Fundación Luzón, María José Arregui.

ondacero.es

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Juan Carlos Unzué nos ha relatado cómo poco a poco, fue notando unos síntomas que le hacía presagiar "que algo grave estaba pasando en mi cuerpo". En un primer momento, "empece con calambres en bicicleta". Esos calambres no solían influir en su día a día, pero algunas noches empezaban a ser fuera de lo normal. "Había noches que dormía fenomenal, pero otras era imposible".

Hace dos años y medio, "cuando entrenaba al Celta" empezó a sentir que no era algo pasajero. Como ha comentado "salia a montar en bici y el cuerpo y la cabeza me pedían descansar, poco a poco, me sentía falto de fuerza. Me preocupo cuando en primavera empiezo a andar en bici, a medida que acumulaba kilómetros, esa progresión no estaba".

Los calambres seguían creciendo, pero "en verano noto que un dedo de mi mano izquierda pierde movilidad, va más lento que el resto". "La confirmación llegó en el mes de febrero". Explica que no le supuso un mazazo, como debería haber sido. "No sé si por mi forma de ser, me ha dado la posibilidad de estar más preparado. Cuando el doctor Rozas me dio el diagnostico no fue algo que me impactase. Las sensaciones de mi cuerpo ya me decían que no era algo normal y era consciente de que algo grave en mi cuerpo estaba pasando".

Unzué sabe cuál será el desenlace de esta enfermedad, "soy perfectamente consciente de lo que está por venir". Por eso espera que en este nuevo partido que le toca jugar, pueda ayudar en esta enfermedad y pueda dar un altavoz y así ayudar a los más necesitados. "Está muy bien lo de la muerte digna, pero es más importante tener una vida digna. Mucha gente no tiene la posibilidad de vivir dignamente” hasta que llegue su muerte.

Afirma que la enfermedad todavía le permite hacer las cosas por si mismo. "Me valgo aún para todo, pero llegará un momento en que necesitaré ayuda. Yo me lo puedo permitir, pero muchos otros pacientes no pueden y renuncian a tratamientos por el gasto que supone".

En lo personal, "no tengo nada que reprocharme, he hecho todo lo que me apetecía cuando he querido". "Quiero vivir en el presente. Se que tendré momentos de bajón pero hoy estoy bien"."Entiendo que haya otros pacientes que actúen de forma opuesta. He reaccionado de esta manera y acepto el compromiso que hoy he hecho, hacerlo público, darle visibilidad, a ayudar a personas que no tienen las posibilidades que tengo yo”.