El conflicto judíos y palestinos, la guerra de Siria, los atentados islamistas, Afganistán… son temas que seguirán llenando páginas de periódicos en las últimas décadas. Pero, también ocupan las más de 400 páginas de la última novela de Julia Navarro, "De ninguna parte".
"Mi novela parece que se ha escapado de la página de los periódicos. La empecé en el 2018 y le di el empujón durante la pandemia", ha confesado la escritora.
Es la historia de un adolescente que quería un futuro mejor y las circunstancias le convierten en un "monstruo" ya que presencia el asesinato de su familia durante una misión del ejército israelí en el sur de Líbano. Ante los cadáveres de su madre y hermana pequeña, jura que perseguirá a los culpables durante el resto de su vida.
"He intentado meterme en la piel del personaje. Acompañar su recorrido mental y vital ha supuesto un esfuerzo enorme. Para mi escribir es bucear en la condición humana, hacer un viaje a los claroscuros del alma", ha admitido Julia.
Una novela sobre el desarraigo
"Vivimos en una sociedad cada vez más globalizada y en la que, cada vez más, la inmigración es una seña de identidad del mundo que nos ha tocado vivir", ha señalado la autora.
"Esas personas, cuando marchan de su país, chocan con los valores y los códigos que se encuentran, lo que produce un desarraigo interior que hace que muchas de ellas se sientan extranjeras dentro de sí mismas", ha proseguido Navarro.
"Son personas que acaban siendo de ninguna parte, entre otras cosas, porque no se lo ponemos fácil. La inmigración es un problema de la sociedad del siglo XXI y no se le está dando una respuesta adecuada. Es vergonzoso que dentro de las fronteras de la UE haya campos de refugiados", ha denunciado la periodista.