"Nos robaron el coche por la noche. Mi hija tenía dentro la bolsa de ballet porque baila el próximo día 19 de diciembre en Congresos de Granada. Esas zapatillas las tenía con mucho cariño y es un modelo profesional, es muy difícil que las tengo amoldadas a tres semanas de una nueva actuación", así cuenta Carmen López, la madre de Lourdes, la historia de la pequeña que ha sufrido el robo de sus zapatillas.
Lourdes tiene 12 años y baila tan bien que cuando el ballet de San Petersburgo aterriza en Granada, la llaman para que actúe con ellos. El problema es que este robo ha ocurrido cuando queda muy poco tiempo para una nueva actuación y la familia no tiene muchos recursos.
Para Lourdes, estas zapatillas son fundamentales. Sin ellas no puede bailar. Y quien ha hecho ballet sabe lo que significa perderlas a tres semanas de una actuación. Porque tus pies y las zapatillas se funden, son casi la misma cosa, después de meses y meses de duros ensayos.
Por ello, en Julia en la onda hemos llamado a las profesionales de la Compañía Nacional de Danza. La compañía actúa en diciembre, entre el 10 y el 22 de diciembre en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. Y casualmente representan en esas fechas “El Cascanueces”, la misma obra en la que tiene que participar Lourdes. Y la bailarina principal de la Compañía Nacional de Danza es Cristina Casa.
"La entiendo perfectamente, para las bailarinas son muy importantes las zapatillas. Pero que no se preocupe, la magia está en ella, no en esas puntas. Seguramente lo podrá hacer muy bien con otras zapatillas", cuenta Cristina.
