'La Cuarta Hoja', el nuevo disco de Pablo Alborán, sale este viernes 2 de diciembre. Por ello, hablamos con el artista español en Julia en la onda. "Estoy ilusionado y disfrutón. Es un disco alegre y que he grabado de una manera anárquica. Soy muy cuadriculado y de pronto lo he grabado en mitad de una gira, mitad en mi casa y mitad en otros estudios. He terminado grabaciones en el último momento y es un disco que no tiene ningún prejuicio musical", cuenta Alborán, que añade que ha probado todo tipo de cosas para su nueva obra.
"Lo que he hecho ha sido no pensar demasiado. Soy una persona que lleva desde los 21 años haciendo música y que siempre me ha ido bien, y siempre he tenido la suerte de tener una respuesta de la gente. Eso ha hecho que trabajara más, estudiara más, y para esta última gira que hemos hecho me he preparado mucho. Me volví a poner al piano porque era una gira exigente solo con un instrumento", ha contado Pablo Alborán, que subraya que esa preparación le ayudó a inspirarse.
El artista asegura que se tira a la piscina porque hace un disco "con la necesidad de hacerlo sin pensar demasiado", como llegar de un concierto a altas horas de la madrugada y ponerse a escribir. "He intentado desatarme de esa responsabilidad, no dejar de ser exigente, pero no dejar de intentarlo es importante. Suelo ver más a actores decir lo de volver a estudiar y en la música hay veces que damos más por hecho las cosas. He aprendido volviendo a estudiar otra vez, si no llego a estudiar otra vez, no llego a hacer un disco", concluye.
Pablo Alborán también ha desvelado que está preparándose para ser actor: "Hay mucho cine en la música y mucha música en el cine. Respeto mucho la profesión, quiero hacerlo bien y no voy a hacer nada porque quiero prepararme antes".
Por último, ha hablado sobre su gira más reciente, donde se lo ha pasado "tan bien que era inevitable escribir", así como sus supersticiones: "Hice una gira entera con las mismas botas porque pensé que si no me ponía esas botas no funcionaría. Decidí un día tirarlas, a partir de ahí empecé a desquitarme. Es inevitable".