Hace 40 años, allá por 1984, apareció en escena uno de los grupos más irreverentes del pop español, 'Toreros muertos'. Al frente estaba un chico de ojos azules, Pablo Carbonell, un adolescente complicado, aunque no rebelde, que pertenecía al grupo de los hippies y de los fumetas, pero también era un loco de la literatura.
Hombre orquesta: músico, director, actor, dibujante, reportero, 'showman', un gaditano que eligió el mundo de la farándula como forma de vida, aunque en realidad fue la tarántula quien le eligió a él. Hijo de un abogado y de una maestra, Francisca Sánchez Gijón. Primo hermano de Aitana Sánchez Gijón. La llamada de la selva le llevó al teatro callejero y a conocer a un compadre al que llamaba hermano, el gran Pedro Reyes.
Pedro y Pablo se fueron a vivir en Madrid, se instalaron en casa de Wyoming, actuaron en el Retiro y les ficharon en ese programa de televisión para niños, 'La bola de cristal'.
Al final, el dúo tomó caminos distintos y Pablo fundó su grupo musical con influencia de los 'Madness' y la 'Orquesta Mondragón'. Se llamaron 'Toreros muertos'e irrumpieron en la movida aplastando el glamour y las poses imperantes con su irreverencia y su humor. Eran todo hits. Triunfaron en España y en parte del extranjero, sobre todo, en Colombia, donde vivieron un episodio interesante actuando para el mismísimo Cártel de Medellín.
Durante unos años se tomaron un descanso y Pablo Carbonell aprovechó para proclamarse uno de los mejores reporteros de la historia de la televisión. Lo hizo junto a Wyoming en el 'Caiga quien Caiga' y era el terror de las estrellas de Hollywood, los políticos y las fans de los 'Backstreet Boys'.
Formó parte de otra banda de talentos, la "Marvel de la contracultura", se llamaron 'Dieciocho chulos', un grupo de amigos entre los que estaba uno de sus musos, Javier Crae. Con los años, dirigió su propia película, 'Atún y chocolate', pero antes descubrimos que en su familia había otra actriz que destacó en 'Torrente': Nuria, hermana de Pablo, que falleció en 2012, pero a la que Pablo quería tanto que le dedicó 27 páginas de su autobiografía 'El mundo de la tarántula'.
La música volvió a su vida porque como músico y letrista es brillante y ahora celebran los 40 años de los 'Toreros muertos' con un nuevo disco que se presentó el lunes pasado con el nombre 'Cien mil copias vendidas en una semana'.