Un estudio revela que la obesidad entre niños de seis a nueve años ha descendido de un 44% a un 41% y el Dr. Pérez-Farinós expone que "hemos encontrado por primera vez que la tendencia a que incremente la obesidad infantil ha revertido". Añade que "creemos que la mejora se debe a un trabajo combinado y continuado durante años gracias a todos los actores de la sociedad".
Por su parte, el Dr. Olivares expone que la obesidad infantil tiene que ver con "una mala concienciación de las familias". Asegura que "si no se trata una obesidad infantil, puede acabar en una obesidad mórbida de mayores". Recalca que "el sedentarismo es el hábito que más daño hace a la obesidad infantil" y que "el principal problema es una suma de factores como una familia de tendencia a engordar, la alimentación de un niño y el sedentarismo".