Por tercera vez en su historia, la Constitución Española de 1978 va a ser objeto de una reforma: en este caso, será al artículo 49 el que experimente el cambio, pues, tal y como ya han decidido por unanimidad todos los partidos políticos, se sustituirá en el texto de este artículo la palabra "disminuidos" por el término "personas con discapacidad": este cambio surge del único acuerdo alcanzado por Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo por el momento, y se da en un país en el que más de 400.000 ciudadanos tienen alguna clase de discapacidad intelectual.
Para defender los derechos de todas estas personas surgió hace 60 años la asociación Plena Inclusión, que hoy preside Carmen Laucirica. A la presidenta de la asociación le acompaña Pablo Buhigas, que ejerce como portavoz de la Plataforma Estatal de Personas con Discapacidad Intelectual. El hermano de Laucirica tenía una discapacidad intelectual, y su hijo tiene autismo; por lo tanto, la presidenta de Plena Inclusión tiene un conocimiento bastante preciso de los estigmas que todavía existen sobre los ciudadanos con discapacidad.
Una reforma constitucional relevante
"Esto podría haber salido hace ya 20 años", explica Laucirica al referirse a la reforma del artículo 49, si bien admite que hace décadas el foco estaba situado sobre otros aspectos y situaciones. Sin embargo, Laucirica opina que en 2024 nadie puede negar "lo peyorativo" del actual artículo 49, que se refiere a las personas con discapacidad con el adjetivo "disminuidos". "No es eliminar disminuido, es anteponer la palabra persona", declara Laucirica, que ha destacado lo importante que es recordar a la sociedad que "el colectivo de la discapacidad son ciudadanos de pleno derecho".
Buhigas explica que, a lo largo de su vida, le han insultado empleando el término disminuido y otras expresiones desagradables, si bien también reconoce el cambio de mentalidad progresivo que se ha ido dando a lo largo de las décadas: "Cuando estaba en el colegio y en el instituto me dejaban de lado por tener discapacidad", ha declarado el portavoz, que celebra que ahora las personas con discapacidad puedan recibir apoyo para desarrollar una mayor autonomía en sus vidas: "Ahora ha cambiado mucho. Ahora las personas con discapacidad pueden hacer voluntariado, pueden trabajar", ha declarado Buhigas. Él mismo vive con su padre y con plena autonomía, trabajando en Plena Inclusión.
En la entrevista con Julia Otero, la presidenta de Plena Inclusión ha explicado otros aspectos que, más allá del cambio de terminología, se ven alterados por esta reforma constitucional: "Se reconoce por primera vez a las mujeres y niños con discapacidad", explica Laucirica, que valora que se identifiquen estas realidades desde las instituciones cuando "la mujer y las niñas con discapacidad suelen ser las últimas en el escalafón cuando hablamos de personas con pocos derechos".
Laucirica también valora que a las personas se les reconozca el derecho a opinar sobre su propia vida, así como que el texto menciones a las familias y hable de la importancia y la relevancia de las asociaciones en la lucha por la inclusión: para Carmen Laucirica, esta reforma constituye un artículo que es "un compendio" de todo lo que llevan "tanto tiempo" reclamando. "Tal y como está ahora nos puede ayudar mucho", explica Laucirica, que explica cómo la asociación lleva años reclamando la "completa ciudadanía" de las personas con discapacidad."
La lucha por una vida autónoma y digna
Gracias al trabajo de asociaciones como Plena Inclusión, en 2018 se recuperó el voto para 100.000 personas incapacitadas judicialmente, y en 2020 se prohibió la esterilización involuntaria de las personas incapacitadas: "Era una práctica demasiado frecuente", sobre todo entre las mujeres con discapacidad, explica Laucirica, que lamenta que durante año "nunca se contó con ellas" a la hora de tomar decisiones sobre sus propios cuerpos.
En su conversación con Julia Otero, Laucirica y Buhigas se han referido a asuntos como las altas tasas de desempleo que se dan entre las personas discapacitadas - que asciende hasta el 80%- , así como de la reciente iniciativa de El Prado, que está cambiando las cartelas y descripciones de sus obras para emplear términos que no resulten ofensivos a los miembros del colectivo con discapacidad.
Por otro lado, Carmen Laucirica ha reivindicado el proyecto de Plena Inclusión, que reclama el derecho de las personas con discapacidad a "vivir en comunidad, no vivir hacinados" en residencias o centros si no lo desean. Para ello, desde Plena Inclusión se han impulsado iniciativas como "Mi casa", que busca fomentar la autonomía de aquellas personas con discapacidad que deseen vivir por su cuenta más allá del seno familiar.
En su conversación con Julia, la presidenta de la asociación ha destacado también la importancia de fomentar una educación inclusiva en la que convivan los niños con discapacidad y sin discapacidad, y construir una sociedad que garantice "apoyos al ciudadano, tenga las características que tenga, para que tenga una vida digna"