Rocío y Eduardo llevan tres años viviendo en una furgoneta por decisión propia. Dejaron su trabajo fijo y se abonaron a vivir sin hipoteca, techo fijo y las ataduras del sistema convencional. Son también nómadas digitales: cuentan sus historias en sincodigopostal.com.
Ahora están en Lanzarote: "En alguna ocasión el espacio te puede agobiar un poco, pero estamos muy cómodos. Lo que echamos de menos no nos hace tan felices como lo que tenemos... Eduardo era funcionario y yo trabajaba en un banco. Nuestra idea era ahorrar, pero queríamos trabajar; gracias a nuestras redes y los libros que hemos publicado lo conseguimos". Trabajan en su furgoneta y eso sí, necesitan siempre cobertura.
Asegura que aunque "suene a cliché" lo que más le gusta de vivir en una "casa rodante" es la libertad. "Todos los días tienen alguna aventura que contar", asevera Rocío.