Saúl Craviotto ha portado la bandera española junto a Mireia Belmonte en la ceremonia de apertura de las Juegos Olímpicos de Tokio. Tras el acto ha pasado por los micrófonos de Julia en la Onda y ha contado sus sensaciones: "Estamos muy contentos y felices ha sido un sueño hecho realidad. Ha sido un año complicado y bastante largo. A partir de mañana vamos a dejarnos la piel y a tratar de traer alegrías al país que nos las merecemos"
Un Saúl que ha llegado con mucha antelación por esta ceremonia: "Yo compito el cuatro de agosto. Me ha venido bien venir pronto para poder aclimatarme. Hay 34 grados pero la humedad es brutal, mucho agobio. Para mí ha sido un orgullo estar en esta foto de igualdad y compartir una bandera con una pedazo de deportista como Mireia Belmonte"
"He tirado besos al aire y no sé si ha salido en la imagen pero uno de esos era para mi mujer", señala entre risas y confiesa que tiene claro su objetivo: "He venido a por medalla, esa es la realidad. Pero igual que alemanes, rusos.. Hay que pelearla"
Naomi Osaka, encargada de encender el pebetero
La gran incógnita era saber quién iba a ser el encargado de encender el pebetero. La duda se resolvió cuando en el último testigo de la antorcha lo recibía la tenista Naomi Osaka. La número uno del mundo, visiblemente emocionada acercaba la llama a una estructura que simulaba el Monte Fuji de Japón. A su llegada se abrían unas escaleras y tras alzarse hasta el último peldaño la nipona simbolizaba con el encendido de la llama el inicio de estos Juegos Olímpicos tan especiales.