La historia de Hermann y su armónica ha llegado a un documental en forma de cortometraje. Tamara Sayar nos desvela que al final muchos vecinos sí acabaron aplaudiendo a este anciano alemán cada día a las 8 de la tarde. “Al final, muchos vecinos le aplaudían a él en realidad”.
Tamara Sayar reconoce que “estoy emocionada y abrumada”. Confirma que “hemos visto el cortometraje”, pero “hasta que no se vio en un periódico no era consciente de la repercusión”.
Los aplausos se iban apagando, y cuando desaparecieron del todo preguntó “si los habían prohibidos”. “Yo le decía que no, que como ahora se podía salir, la gente ya no estaba pendiente”.