Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica, ha anunciado en Julia en la Onda que "hemos llegado a un acuerdo con los sindicatos de la minería, no a un principio de acuerdo". En dicho acuerdo, se "permite la jubilación en las mejores condiciones posibles", "En la formación profesional, se cualifica para otras actividades energéticas e industriales, fuera de la minería", y por último se ha creado un "contrato de transición justa para que en aquellas comarcas en las que hay una especial concentración de esta actividad se vayan generando actividades industriales que permitan dar viabilidad económica y la gente no tenga que salir".
En cuanto al impuesto al diésel, la ministra es contundente al afirmar que todas las medidas están tomadas de cara a las nuevas generaciones, que buscan una manera de movilidad más limpia y ecológica. "La industria automovilística debe pensar cómo se enfrenta a los nuevos tiempos", "el cambio climático, plantea desafíos intensos al automóvil". Comenta que "estamos viviendo una convulsión en este sector. Afecta a muchas políticas". Pese a las quejas de los lobbies automovilísticos, admite que "las nuevas generaciones de coches son más limpias", pero "vamos hacia un futuro con una movilidad diferente". "Lo que importa es cómo los ciudadanos cambiamos valores y prioridades".
La ministra también ha hablado del impuesto al sol, cuya derogación tiene que ser todavía ratificada. "Espero que no nos llevemos sorpresas y se apruebe. Era un absurdo, no se entendía que en un país con tanto sol se impusieran multas". Finalmente se ha referido a Alcoa. "Es importante revisar con Alcoa cuáles son sus verdaderos motivos porque algo no cuadra en su decisión de cerrar las dos plantas que ha tenido una buena cuenta de resultados pero han gozado de menores inversiones".