La Antártida, con su extensión casi infinita de hielo y nieve, es el continente más inhóspito e inexplorado de todo el globo: en este extremo austral del mundo, solo expediciones de científicos habitan sobre el hielo en asentamientos permanentes o semipermanentes, como los son las bases españolas.
El teniente coronel del ejército José María Jayme, instructor en la Escuela Militar de Montaña de Jaca, fue precisamente una de las personas encargadas en poner a funcionar las bases españolas en la Antártida, y después de su retiro del ejército decidió comenzar a organizar viajes a destinos extremos con su agencia Polar Raid.
José Luis Martínez-Soría, psicólogo experto en recursos humanos con formación en ciencias ambientales, se ha unido con Jayme para sacar adelante el proyecto "Rumbo Antártida", una expedición que esperan que pueda tener continuidad en el tiempo.
Un emocionante viaje para incentivar la iniciativa
Tal y como ha afirmado Martínez-Soria, el objetivo de esta iniciativa es el de "estimular el emprendimiento socioambiental entre jóvenes universitarios", a través de un programa que tiene como eje central un viaje al frío continente de la Antártida. Para los organizadores, este viaje a la Península antártica sería "el momento más emocional" del viaje, si bien el proyecto busca generar sinergias y que los estudiantes planteen y desarrollen proyectos relacionados con el medioambiente.
Martínez Soria busca que esta futura expedición "no quede en un viaje o una mera experiencia, sino que efectivamente tenga un impacto en la sociedad".
Para desarrollar este ambicioso proyecto, que los responsables creen que podrá realizarse entre diciembre de 2025 y enero de 2026, "Rumbo Antártida" cuenta con la valiosísima experiencia de José María Jayme: este militar ya retirado formó parte del Grupo Militar de Alta Montaña del ejército, y ha participado en expediciones a orografías tan extremas como las de los Andes o las de la cordillera del Himalaya.
Travesía a la Península Antártica
Jayme ha viajado en numerosas ocasiones a la Antártida, y ha experimentado la evolución de las condiciones de confort de las bases antárticas: por ello, confía en que el viaje con los estudiantes puede ser viable, sin tener que exponer a los jóvenes a situaciones de riesgo: será una expedición de 12 días en un buque polar, en el que se pisará dos veces al día la nieve de la Península antártica, la zona más cálida del continente.
Martínez Soria afirma que el viaje puede ayudar a los jóvenes a "tener esa sensibilidad que tienen las regiones polares", y busca despertar la conciencia ambiental a través de una "experiencia que les marques para siempre viviéndolo in situ, en primera persona".