Los crímenes, asesinatos, atracos, entre otros, nos fascinan y esto se ve en el gran éxito que tiene la novela negra o las series y películas sobre esta temática. Hablamos con Vicente Garrido, criminólogo, para conocer la razón de esto y nos aclara que se debe a "pura supervivencia", es decir, somos seres vulnerables y conscientes de los peligros que nos rodean y estos films nos ayudan a comprender cómo evitarlos.
"Normalmente, no estamos presentes en actos tan peligrosos como atracos o asesinatos, sin embargo, podemos estarlo. Los 'true crime' nos ayudan a saber qué hacer en estas circunstancias", explica Garrido.
A pesar del éxito de este tipo de series o películas, no son populares solo actualmente, sino que lo han sido a lo largo de la historia, aunque anteriormente se difundían en formato de cuentos orales o relatos. Las plataformas son conscientes de su atractivo y han decidido apostar por ellos: "No se han complicado mucho. Saben que funcionan y por ello se hacen tantos productos sobre crímenes", indica el criminólogo. "Han encontrado muy buen material artístico", añade.
Villanos y víctimas
Garrido es el autor del libro 'True crime. La fascinación del mal' y en él se recogen muchos de los casos reales que han inspirado películas o series. "Hemos intentado hacer algo lo más plural posible y hemos ido de casos muy populares como asesinatos hasta algunos no tan conocidos como corrupción", reconoce. Algunos de los ejemplos son el film 'A sangre fría' que narra el asesinato a 4 personas o 'Spotlight' que analiza la investigación sobre la pederastia en la Iglesia católica en Boston.
El criminólogo recuerda que las películas suelen basarse más en el punto de vista del villano que en las víctimas, ya que los primeros "nos fascinan al no ser lo que vemos constantemente". Aunque declara que es fundamental que se dé esta parte de la historia también.
La ficción inspira a la realidad
El autor recalca que es posible que los delincuentes utilicen estas películas como ejemplos a la hora de planificar sus asaltos, pero explica que siguen cometiendo los mismos errores que los criminales de la ficción. Además, a diferencia de lo que muestran los films, no es posible en España entrevistar a presos para resolver crímenes.
El mal nos fascina, sin embargo, no a todos por igual. Hay casos normales de grupos de personas hipersensibles que prefieren evitar los 'true crimes'.