Lucía, ex-directora de cuentas y Rubén, ex-director creativo, dejaron sus cargos con el propósito de embarcarse en el viaje de su vida: todo empezó con un viaje de ida a Vietnam que duró un mes entero. De ahí salió “el síndrome del eterno viajero” y su decisión de dar la vuelta al mundo durante un año.
Llevan ahora más de seis años viajando por todo el mundo, y desde hace tres, los acompaña su hijo Koke.
Esta familia cuenta sus aventuras en un blog que se llama “Algo que recordar”, donde explican también cómo lo dejaron todo para viajar por el mundo.
Además, hacen cortos y este mes presentan un documental: “Hola mundo”. Rubén nos cuenta que para ellos, viajar se ha convertido en un proyecto de vida.
“Hay que tener mucha valentía para dejarlo todo pero la llegada de Koke no les aminoró sino que les ayudó a completar su proyecto de vida”, asegura su amigo Gonzo.
Mucha gente se pregunta cuando conoce su historia cómo hacen para mantenerse viajando por el mundo: “Nuestra gran revelación, que es lo que nos mantiene a día de hoy en movimiento, fue la posibilidad de aprender a generar dinero por el camino… nosotros pensamos, bueno, ¿qué sabemos hacer? El caso es que nos dimos cuenta que se nos daba bien contar historias, sabíamos hacer vídeos, fotos… y fuimos generando dinero así”, expresa Lucía, que añade, que no es caro viajar durante mucho tiempo; “lo que es caro es irse de vacaciones… Solo por pagar el alquiler en España gastábamos más, viviendo quietos, que viviendo en movimiento”.
Dar la vuelta al mundo les supuso, a cada uno, un desembolso de 10.000 euros.