Perder, descuidar o dejar puestas unas llaves es una de los contratiempos más frecuentes que nos ocurren en nuestro día a día, y el poder dar con una solución que sea accesible y sencilla es gracias a los profesionales que se dedican a abrirnos las puertas: los cerrajeros.
Nuestra seguridad, nuestra intimidad y la protección de nuestros bienes suelen estar protegidos con unos sistemas de seguridad que fueron diseñados hace miles de años por distintas civilizaciones. Aunque la tecnología se ha ido mejorando con el tiempo, el oficio de cerrajero se sigue manteniendo, y hoy, en 'Julia en la Onda', queremos conocer mejor en qué consiste.
Jesús González Gonzalez, presidente de la Asociación de Cerrajeros de Cataluña, reconoce que "es difícil contar el número de puertas que ha abierto en su vida". A pesar de que lleva décadas dedicándose a este oficio, afirma que "todavía le quedarían 10 años por aprender, aunque nunca acabas de hacerlo del todo".
En el caso de Manuel Romera, que ha dedicado toda su vida al sector, también ha conseguido mantener la tradición familiar con sus hijos y hasta con sus nietos. Alex García, su nieto, con tan solo 22 años también mantiene la profesión en la cerrajería de su familia "Cerrajería Alonso".
Aunque reconoce no haberse hecho rico, admite que con el sueldo "puede vivir bien y permitirse unas buenas vacaciones". Alex nos cuenta que, una vez acabados sus estudios, su abuelo le ofreció la posibilidad de aprender el oficio mientras decidía a lo que iba a dedicarse, pero le acabó atrapando.
Entre las peculiaridades que tiene este oficio, quizás una de las más complicadas es que no existen horarios. Jesús reconoce que un año "tuve que tomarme las uvas en el Paseo de Gracia" tras un aviso a medianoche.