Con más de seis décadas de historia, el festival de 'Eurovisión' ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, que han traído consigo nuevos avances especialmente en el ámbito tecnológico. En el día del comienzo de la 66º edición, que este año acoge la ciudad italiana de Turín, Borja Terán nos confiesa el secreto para hacerse con el micrófono de cristal.
Como país, hemos alcanzado el triunfo un total de dos veces, en las ediciones de 1968 y 1969 y de la mano del "La, la la" de Massiel y el "Vivo cantando" de Salomé.
Sin embargo, pese a no ganar, nuestro país ha llevado al festival varias candidaturas ilustres, como la propuesta de Raphael con 'Yo soy aquel' en 1966, que quedó en séptimo lugar y, según Terán,"le sirvió para darse a conocer en todo el mundo".
Algo parecido sucedió con Sergio Dalma y su 'Bailar pegados', que llamó la atención por la realización y el carisma del actor sobre el escenario, que le valió un cuarto puesto.
Otro de los secretos, según Terán, es el vestuario, como el de Salomé, "un vestido azul turquesa que pesaba 14 kilos y que estaba compuesto por piezas de porcelana" y que enamoró a toda la audiencia europea que, a diferencia de la española, pudieron ver la gala a color.