"Permitía imaginar al jugador que estaba en una aventura y desarrollaba el trabajo en equipo". Así es como Borja Terán nos explica el motivo por el que los concursos televisivos de finales de los 80 y principios de los 90 tuvieron tanto éxito.
El 'Grand Prix', presentado por Ramón García, fue uno de los programas más populares para toda la familia. Terán nos habla de curiosidades sobre este como que el premio era un lote de bombillas para las farolas del pueblo, que la introducción musical durante la primera temporada decía "te besarán las chavalas más guapas del mundo" o que introdujeron a las famosas vaquillas apodadas con rimas en la segunda temporada. El encanto del concurso, para el colaborador, estaba en "no tener perfiles estereotipados de concursantes, sino a la gente del pueblo".
Otro de los programas que recuerda es 'El Gran Juego de la Oca', que invirtió grandes cantidades para misiones, decorados y desplazamientos. Una de las anécdotas más populares fue enviar a un concursante a la gala de los Óscar para intentar que algún famoso se pusiera el pin del programa. El afortunado fue Antonio Banderas, que incluso se subió al escenario con él.
Para terminar, la pregunta de la semana: ¿Qué artista detonó literalmente su estatua de cera?