Los espacios televisivos que ocupan los concursos siempre han tenido un éxito especial en audiencias. "El precio justo", "No te rías que es peor" o "El Gran Juego de la Oca" son algunos ejemplos de concursos que fueron todo un éxito, y que han conseguido inspirar a la televisión del presente para crear espacios parecidos.
Borja Terán hace especial hincapié en el gran éxito de Chicho Ibáñez Serrador "Un, dos, tres", concretamente en el "peor premio entregado nunca" en sus subastas, que hasta podía ser un piso. Este "juego de sentimientos", que empezaban con el mítico "dos millones de...", y que, lejos de ser "euros" eran cerillas, utilizaban una pausa dramática para ponerle los dientes largos a los concursantes.
Otro premios candidatos a llevarse esta mención es "la exclusiva noche en... una iglesia con calaveras y polvo de huesos", o "los tres coches desgüazados", que venían acompañados de la desilusión de los concursantes.
