El parto es una actividad natural realizada en hospitales, el único acto médico que no tiene nada que ver con una enfermedad. El dolor producido por el alumbramiento se debe principalmente a dos factores: los niños tienen la cabeza muy grande y las mujeres la pelvis muy estrecha.
El cerebro de un recién nacido humano tiene el tamaño y volumen de un chimpancé adulto, mientras que también somos la especie de la evolución humana con la pelvis más estrecha. Por lo tanto, se juntan dos presiones de selección de signo opuesto: una para que el niño nazca lo más desarrollado posible y la otra para moverse con más facilidad.
Un parto es un hecho muy ajustado y muy complicado en cuanto su trayectoria y mecanismo. En los partos problemáticos es necesario realizar una cesárea para evitar problemas. Lo cierto es que los niños no pueden salir más tarde, ya que no podría atravesar el canal del parto. En el caso de los animales, existen casos en los que nacen muy desarrollados como los caballos o las cebras, aunque especies como los leones dan a luz una mayor cantidad de crías con una menorautonomía.
Nosotros, como primates pertenecientes a un grupo de mamíferos que trepan por los árboles sin madriguera nos corresponde nacer despiertos, pero no es nuestro caso. Aún conservamos algunos reflejos de colgarnos de las manos, pero mientras que cuando una mona cuando pare la cría se cuelga del pelo de la madre rápidamente, nosotros no tenemos ya esta necesidad.
Además, hay otra variable a considerar, otra limitación, el embarazo no se puede prolongar indefinidamente y continuar llevando una vida activa. La solución que nuestro cuerpo ha encontrado es hacer que el primer año de desarrollo sea de vida fetal en cuanto al crecimiento del cerebro se refiere. La gestación o, mejor dicho, el desarrollo fetal duraría un total de 21 meses.
Sufrir un parto más complicado es nuestro precio a pagar por tener una postura bípeda. En el caso de los humanos, el canal de parto está acodado, ya que la vagina esta en ángulo recto con respecto al útero y la cavidad abdominal. El ser bípedo lo dobla, haciendo que el alumbramiento sea más complicado, debido a una trayectoria del parto ventral. En el proceso de dar a luz se pueden distinguir tres segmentos: la cavidad abdominal, el canal del parto duro y el canal del parto blando. Estos dos primeros están alineados pero la vagina esta acodada.
Hay dos dificultades más, ya que los diámetros del canal del parto óseo no son constantes: a la entrada el mayor diámetro es de lado a lado y a la salida de adelante hacia atrás, por lo que la cabeza tiene que rotar. El último problema es que la cabeza y los hombros también forman un ángulo recto, por lo que tienen que girar a la vez. El parto en nuestra especie es un fenómeno social, ya que la madre no puede hacer tracción de la cabeza, que nace de coronilla, porque podría producir lesiones.
Eulalia Rosa por su parte, nos habla sobre los partos verticales en los hospitales. Estos han ido incrementando poco a poco, para facilitar este tipo de experiencia en personas con un mayor control corporal. En estos casos es posible poner la epidural, conocida como “walking epidural”, que facilita la movilidad eliminando el dolor. Además, escuchamos problemas que nuestras oyentes han tenido con sus partos.
