El periodista publica hoy en el Periódico que la causa se ha sobreseído provisionalmente porque no se ha podido identificar a la primera persona que difundió el vídeo ni pruebas de que alguien la intentara chantajear con las imágenes. "La jueza entiende que no hubo chantaje, pero sí una presión insoportable", asegura.
El vídeo que circuló entre los trabajadores de la plantilla mostraban a la mujer, de 32 años y con dos hijos pequeños, en escenas sexuales que ella le había mandado cinco años antes a un antiguo novio y compañero de trabajo.
La jueza se ha quedado sin acusado y sin delito contra la intimidad porque la víctima no había denunciado. "Aunque no haya denuncia, lo que está claro es que su muerte tiene que ver con sus circunstancias en el trabajo", apunta Rendueles. Ahora lo que queda por resolver es la investigación de la inspección de trabajo a instancias de CCOO.