La Abogacía del Estado apostó por el delito de sedición y se le dijo de todo y no solo a esta, también a Pedro Sánchez.
Pablo Casado era uno de los primeros en pronunciar palabras de enfado donde afirmaba que decir que era sedición era "pisotear el código penal y pisotear la dignidad de la democracia española".
A día de hoy, el Tribunal Supremo ha decidido por unanimidad que esto es sedición.
Pero Casado no fue el único en pronunciarse, Rivera también dio su opinión diciendo que era una vergüenza que "el Gobierno ponga la Abogacía del Estado a disposición de aquellos que quieren liquidar el estado".
Ahora todas estas palabras se suman a las frases exageradas que estamos viviendo en nuestro país.
Incluso la abogada, Seoane, que estuvo durante todo el proceso del juicio, dijo que de no ser porque apostaron por la sedición, como no hubo rebelión, los jueces solo habrían condenado a los acusados por malversación.