El Partido Popular mantiene cerrada la oficina anticorrupción que creó Mariano Rajoy en 2017. Una herramienta cuyo objetivo era velar por la transparencia y que, desde entonces, ha tenido tres presidentes: Manuel Cobo, Andrés Ayala y Alfredo de Prada.
Anterior a esta oficina, Ana Mato anunció en 2009 la creación de un código ético "bajo los principios de integridad, transparencia, responsabilidad, ejemplaridad y honradez" que iba a regir las actuaciones de la formación.
También, en 1993 el expresidente Aznar insistía en la necesidad de crear "un nuevo sistema de financiación que ha de basarse en la propia sociedad a través de fórmulas objetivos y transparentes" puesto que el vigente sistema no funcionaba. "Tenemos que acabar con ese clima de sospecha que se alimenta de prácticas corruptas", argumentaba.
A nivel autonómico, en la Comunidad Valenciana el PP emitió en 2008 una carta contra la corrupción y abogando por las buenas prácticas. Esta carta fue firmada por Rafael Blasco y Carlos Fabra, ambos en prisión, José Joaquín Ripoll, quien se enfrenta a 16 años de cárcel y Alfonso Rus.
Por último, en la Comunidad de Madrid, la expresidenta Esperanza Aguirre propuso crear la figura de un fiscal anticorrupción dentro de los partidos políticos.