Esperanza Aguirre vuelve a estar de actualidad. Y es que el que fuera alcalde de Majadahonda por el Partido Popular entre 2001 y 2005, Guillermo Ortega, ha declarado este jueves ante el juez del caso Púnica que tanto la expresidenta de la Comunidad de Madrid como su sucesor, Ignacio González, llamaban personalmente a los empresarios que donaban dinero a la caja B del PP para darles las gracias por las aportaciones que hacían.
Según el exalcalde esto ocurrió durante la campaña electoral del 2003. No obstante, en 2006 reubicaron a Ortega en el Instituto Madrileño de Desarrollo, lo que era, según él, una tapadera para obtener, supuestamente, sobrecostes ficticios de los contratos públicos que iban a parar a la caja B de Génova.
Antes que Guillermo Ortega, otros testigos como Arturo González Panero, exalcalde de Boadilla del Monte, y la gestora de varias empresas vinculadas a la trama Gürtel, Isabel Jordán, han asegurado que Aguirre estaba al corriente de la financiación ilegal y que nada se hacía en Madrid sin que ella lo supiera.
Allá por 2015, Aguirre "alucinaba" con que el juez García Castellón abriera una investigación por la financiación ilegal de su partido. “La corrupción es algo que rechazamos desde el minuto uno en el PP de Madrid”, decía la expresidenta con seguridad. Sin embargo, cuando la gente que le había rodeado durante esos años empezó a "entrar" en el caso Púnica, como el propio Ignacio González, eseno rotundo pasó a ser un “no me consta”.