Uno de los bulos que circula desde hace mucho años en la red apunta que al realizarse una mamografía se tiene más posibilidad de padecer cáncer de tiroides al exponerse a la radiación ya que al hacerse este tipo de pruebas no administran protector de tiroides.
La Sociedad Española de Radiología explicó entonces que la radiación de una mamografía es muy pequeña y el protector puede hacer que no se diagnostique este tipo de cáncer.
El segundo bulo trae una serie de recomendaciones para evitar esta enfermedad que, además, señala los sujetadores como causa de este cáncer, pues, según indica, comprimen los canales del sistema linfático. Por ello, la Sociedad Americana del Cáncer lo ha descartado y las evidencias contradicen la teoría.
Por último, tampoco hay evidencias de que la soja aumente el riesgo de padecer cáncer de mama, así como no las hay de que el repollo lo reduzca.