El envejecimiento es un fenómeno natural que afecta a todas las personas. Hablamos de cuáles son las claves celulares del envejecimiento con el doctor y científico Carlos López Otín, que nos explica que estos cambios se deben a 3 claves determinantes: Primarias (las que generan daños), antagonistas (las respuestas a estos daños) y las integradoras (las consecuencias finales).
Las claves primarias afectan a 4 niveles: genomas, cromosomas, epicenomas y proteomas. Los daños vinculados con el paso del tiempo no se pueden detener, por lo que hay que evitar la sensación de falta de vulnerabilidad. Si hablamos de los daños en los genomas, estos se pueden reparar. López Otín indica que este es el secreto de la longevidad, es decir, las personas con las mejores células reparadoras viven más.
La importancia del epigenoma
El científico nos habla también de otro aspecto fundamental para retrasar el envejecimiento, los daños en el epigenoma. Estas son señales químicas que se depositan en el genoma y cambian la información. Pone el ejemplo de Van Gogh, que pintó 3 copias de su famoso cuadro 'Habitación en Arles'. Cada una estuvo en un ambiente diferente, por lo que no se conservaron de la misma forma. Con los cambios epigeneticos es igual, ya que depende del contexto, se lleva a cabo una interacción con este.
Estos cambios no se transmiten de generación en generación, sino que en cada nacimiento, las células 'se resetean' y vuelven a la fase 0. Esto es lógico porque sino nacerían niños con células de personas adultas ya envejecidas.
Aquí se encuentra la técnica científica que se está intentando, teniendo en cuenta que ya se ha podido 'rejuvenecer' a estas células. No obstante, López Otín aclara que todavía no es posible en organismos.
