El amor es uno de los sentimientos más extendidos en la sociedad, sin embargo, está cambiando, como nos explica el filósofo Nemrod Carrasco. Según él, "nos encontramos en una época de 'postamor'", teniendo en cuenta el éxito de las aplicaciones de ligar, la volatilidad de las parejas y el triunfo del poliamor. No obstante, a pesar de estos cambios, el sentimiento sigue siendo el mismo y "las parejas nos siguen pareciendo fundamentales".
Carrasco argumenta que se está comenzando a replantear la estructura del amor, ya que parece que solo podamos hablar de parejas y no de amistad.
Nos trae la explicación del sociólogo, Zygmunt Bauman que consideraba que había dos modelos del amor: El primero está muy extendido en las sociedades occidentales y tiene un estilo muy narcisista porque anteponemos el 'yo' al otro. Así, amamos solo para conseguir algo a cambio y entendemos el amor como "un intercambio", en el que los beneficios deben ser mayores que los problemas. "En estos casos, se entiende el amor como un medio y no como el fin", añade.
El amor como sacrificio
El otro modelo, por contra, indica que se ama a otra persona por el simple hecho de amar, no hay razones concretas para hacerlo, debido a que esa persona no te hace falta ni te complementa. Sin embargo, se debe tener cuidado porque puede volverse una relación de sacrificios: "No podemos decir que el amor hay que currárselo, el amor no es un trabajo".
Frente a esto, Platón apostaba por un modelo intermedio en el que no importa el 'yo' ni el otro, sino lo que sucede entre medio. "El amor es un sentimiento que sucede sin explicación", reflexiona.