Se ha reflexionado mucho acerca de la amistad y no se puede decir que la filosofía haya ignorado esta cuestión. A lo largo de la historia del pensamiento se han producido muchos intentos de definir que es la amistad. Y sin embargo, nada resulta más complicado que intentar explicar qué es exactamente, cuenta Nemrod Carrasco, profesor en Filosofía de la Universidad de Barcelona.
El referente fundamental sigue siendo Aristóteles con su texto “Ética nicómaquea”, este filosofo decía que los que poseen riquezas o poseen poder, necesitan sobre todo amigos porque sin amigos nadie quería vivir. “Las relaciones de amistad son una cuestión absolutamente vital y sin embargo los amigos de verdad apenas se pueden contar con los dedos de una mano. Le damos mucha importancia a la amistad y a la hora de la verdad tenemos muy pocos amigos", resalta Carrasco.
Además, Carrasco nos trae un diálogo en el tiempo entre Aristóteles y la pensadora de corte marxista, Simone Weil, cuya obra se desarrolla en los años 40, para analizar las tres categorías fundamentales en la amistad.
Tiempo
Aristóteles entiende que la amistad de verdad exige tiempo, porque no hay ninguna amistad que no se base en la confianza y la confianza demanda tiempo, nos cuenta Carrasco. Weil no lo veía así ya que decía que la amistad “no depende del tiempo sino de la experiencia de cada una”. La amistad no es cuestión de duración, no se mide por el tiempo sino por la intensidad. “Esta filósofa le da valor a la ausencia, es decir, dos amigos pueden estar muy separados pero su unión no sufrir ningún cambio”, cuenta Carrasco.
Reciprocidad
Para Aristóteles la reciprocidad es muy importante ya que no sirve de nada si uno da mucho y nunca recibe. Weil por su parte, aseguraba que la amistad no tiene que ver con la entrega incondicional de ninguno. No es algo que tu puedas escoger, es algo que te interrumpe. Una relación de amistad empieza antes de que nos demos cuenta.
Semejanza
Es complicado mantener una relación de amistad con alguien si no tienes nada que ver con él. Es decir, es importante que haya afinidades. El amigo es aquel espejo en el que nos podemos reconocer, destacaba Aristóteles. Simon era más radical en ese sentido, subraya Carrasco. "Esta pensadora da un paso más y decía que un amigo nunca te va a decir lo que tú quieres oír e incluso te puede decir lo que no quieres escuchar por tu propio bien".