El mal se encuentra entre todos nosotros, sin embargo, en la ficción se ha popularizado e incluso defendido, ya que los personajes malvados de series y películas consiguen que seamos capaces de entenderlos y ponernos en su lugar. Charlamos con el profesor Nemrod Carrasco que nos explica que la ficción siempre lo muestra como fascinante: "En 'Los Soprano', Tony Soprano es un personaje con el que muchos se identifican o en 'Breaking Bad', Walter White nos encanta a pesar de que vende metanfetamina".
Carrasco indica que algunos psiquiatras consideran que se debe a que nos muestran unos rasgos de conducta que nos gustaría realizar, pero que nos reprimimos y otros apuestan a que se debe a la motivación, ya que podemos ponernos en su lugar. Asimismo, también ocurre porque "los buenos suelen tener una personalidad muy plana".
La visión del mal de los filósofos
Analiza la perspectiva de Sócrates, que planteaba que "nadie actúa mal intencionadamente", sino que si alguien lleva a cabo alguna acción mala, lo está haciendo sin ser consciente de ello. Reflexionaba que siempre existe un bien superior que llevaba a las personas a actuar así.
En segundo lugar, se encontraba el Marqués de Sade, que recogía que el mal era inherente al ser humano, ya que la naturaleza es malvada y nosotros tenemos un fuerte nexo con ella. Por ello, el mal no necesita justificación alguna y este no se puede corregir, simplemente asumirlo.
Además, recordamos a la filósofa, Hannah Arendt, que consideraba que "el mal se ha banalizado" y analizaba los casos de los nazis, ya que estos no se veían como "monstruos", sino que eran simples burócratas que solo querían realizar su trabajo de forma eficiente.