En la tercera Masterclass de arte de Julia en la Onda, el profesor Miguel Ángel Cajigal, 'El Barroquista' reflexiona sobre la relación que existe entre la cotización económica y el valor artístico que tiene una obra. "Hay que dejar claro que el valor y el precio no es lo mismo. Una cosa es el valor, que es muy difícil de definir y otra cosa es el precio que puede llegar a alcanzar un objeto artístico en una subasta", cuenta.
¿Quién establece el precio del arte? Básicamente, la persona que paga, explica el profesor, y resalta que depende también del deseo de esa persona, por formar parte, y del dinero que tenga, "se pueden llegar a precios desorbitados". Pero eso no tiene connotaciones éticas o morales. "La gente se gasta el dinero en lo que quiere", añade.
Además, cuenta que el arte que se suele vender es el contemporáneo, el de artistas que están vivos o que no murieron hace mucho siglos. "La mayor parte de las obras que hay en el mercado son del siglo XIX en adelante. Por eso es donde vemos la especulación de precios, ya que especular con un cuadro de Murillo es difícil porque no hay muchos, sin embargo es más fácil con un Picasso".
Muchas de las obras que en su momento fueron muy denostadas, hoy en día se consideran auténticas maravillas, el 'Barroquista' explica que se debe a que el gusto humano avanza "muy despacio", es decir, es algo que se educa en nuestros primeros años de vida, por lo que las personas son bastante clásicas. "Identificar una obra maestra cuando acaba de ser creada es lo que tiene verdadero mérito. Es más fácil que nos vaya gustando con el paso del tiempo".
¿Hay algún criterio para que una obra sea tan cotizada?
Si el artista ya ha salido al mercado antes, tiene unos precios por los que se mueve. A partir de ahí las casas de subastas ya tienen un precio de salida y ya después depende de lo que la persona se quiera gastar. Aunque, reconoce que en las últimas décadas hay grandes fortunas que meten el dinero en arte, "porque el arte rara vez se devalúa", finaliza.