El ensayo de Ana Vicens analiza a las princesas Disney en tiempos del 'Me Too'. Vicens ha estudiado cómo, por ejemplo, Blancanieves, una princesa 'old school', se mete en una casa de siete 'enanitos' con diógenes a limpiar... y parece perfectamente feliz mientras lo hace. Ariel, la sirenita, se enfrenta un poco más al poder establecido, pero también está dispuesta a sacrificarse por un hombre.
Vicens toma como referencia a tres personajes de diferentes etapas: Blancanieves, Ariel y Anna, de Frozen, para categorizar a las princesas en olas según sus personalidades. En la primera, que consta 1937 a 1959, las princesas eran revisadas por el propio Walt Disney. De esta época surgen las princesas más cónicas pero también las más pasivas. La segunda ola, entre el 1989 y 1998, la forman princesas como Ariel, Bella, Jazmín, Pocahontas y Mulán, personajes más activos y rebeldes. Desde 2009, ya existen personajes cómo Tiana de 'Tiana y el sapo', que marcan un nuevo canon dentro del mundo Disney.
"Disney no deja de ser una productora que quiere lucrarse, y es importante pararse a analizar lo que nos vende", piensa la autora, que considera que no hemos sido capaces de analizar el impacto de Disney porque lo consideramos "el gran contador de historias".
"El público infantil se queda con ciertas imágenes que cuando son adultos pueden llegar a aceptar algunos estereotipos sexuales como positivos", critica Vicens. Sobre cómo han evolucionado las princesas, Vicens explica:"Blancanieves es un personaje pasivo que no interactúa en su propia historia, mientras que Anna de Frozen, es mucho más activa, con una personalidad más marcada, ella es la que rompe la regla, la que se salva". ¿Una de las soluciones que propone la ensayista? Más mujeres guionistas y creadoras.