Este viernes se cumple un año del inicio de la Guerra en Ucrania. Las alarmas antiaéreas se han convertido en un sonido habitual en el país y el mundo parece haber cambiado a raíz de la invasión rusa.
Blas Moreno destaca que la tensión entre las grandes potencias se ha agravado de forma "muy evidente". Rusia ha roto con Occidente, mientras que estos han revisado sus alianzas y "se han puesto las pilas" en temas de Defensa y Energía para no depender de otros países.
Este escenario de tensión ha dado espacio a que otras potencias más pequeñas empiecen a "jugar cada vez más fuerte" en el mundo. Turquía, por ejemplo, ya se atreve a negociar con Rusia a pesar de estar en la OTAN; o Israel, pese a ser un aliado de Estados Unidos, no termina de entrar a criticar a Rusia.
Este tipo de países que ahora se sienten un poco más liberados para hacer y deshacer como quieran, algo que tiene su parte buena, pero también su parte mala. "Hay mucha gente jugando al mismo juego, lo que lo hace más peligroso. El mundo está más dividido y más tensionado".