Antonio David Barroso tuvo una vida durísima y un final cruel y misterioso. Tenía 15 años y una gravísima discapacidad que le hacía depender para todo de su madre, Macarena Díaz. Se cumplen seis meses de su extraña desaparición. En este 'Territorio Negro', Manu Marlasca y Luis Rendueles nos explican todos los detalles de este caso.
Macarena Díaz tiene tres hijos, Antonio David es el mediano. Tiene una discapacidad casi del 90 por ciento, no puede hablar, ni comer ni moverse por sí mismo. La madre, por su parte, padece un trastorno bipolar y esquizofrenia. Ha tenido varias parejas, entre ellas el padre del joven, con las que ha terminado mal, pero hasta el verano pasado fue, lo dicen todos los testigos consultados por la policía, una madre que se desvivía por su hijo. Aunque desde este verano daba la sensación de que algo estaba ocurriendo con la madre.
¿Alguien dio señales de alarma sobre esa familia tan vulnerable?
Macarena y David tenían ayudas sociales en el ayuntamiento. La mujer era cada vez más religiosa, acudía cada día a misa con su hijo. Incluso le pidió a un sacerdote de su pueblo que bendijera su casa. Todo indica que la madre experimentó un fervor religioso y la policía tiene testimonios que hablan de que se obsesionó con que solo un milagro podía curar a su hijo. Hablaba del apóstol Santiago, de ir a Compostela, pero también de algunos grupos sectarios.
Unos policías de la Unidad de Atención a la Familiia y el Menor (UFAM) visitaron a Macarena y su hijo en verano y el 16 de julio alertaron por mail a los servicios sociales del ayuntamiento. Escribieron textualmente que la madre y David vivían en condiciones higiénicas y sanitarias “decadentes”, así lo definieron.
Por su parte, los servicios sociales no consideraron urgente el caso. La madre se ocupaba bien del hijo desde hacía años, además era verano y casi no había trabajadores. Fijaron para septiembre la visita a casa de Macarena.
El 12 de septiembre ambos se van de la casa
La policía ha reconstruido el viaje de la mujer aquel día, el último que se ve a David, su hijo. Las cámaras de seguridad de algunos hoteles, supermercados, las de Tráfico han ayudado a comprobar lo que ella contó. Macarena sale con su coche blanco y adaptado a minusválidos poco después de las 9.30 de la mañana del 12 de septiembre. Pasa por Jerez de la Frontera, Cádiz, Sevilla y hace una parada en una gasolinera en Miajadas, en la provincia de Cáceres. Todo esto coincide con lo que ella ha contado.
Las cámaras de una gasolinera los graban
Su hijo está en el coche, pero no sabemos si está vivo todavía. Solo Macarena lo sabe y, recordemos, es una enferma mental. Ella ha dado varias versiones. La mayoría de veces dice que David se murió en su casa días antes, después de contraer unas fiebres muy altas que le hicieron echar espuma por la boca.
En otra ocasión comentó que ella misma lo había matado, en casa, dándole una jeringuilla con agua. Siempre o casi siempre se ha mantenido en que salió de casa con su hijo ya fallecido, que lo montó en la silla de ruedas y empezó ese viaje tan siniestro por carretera.
¿Dónde va Macarena con el supuesto cadáver de su hijo?
Las imágenes avalan lo que ella ha contado. Ella dice que paró a descansar en Talavera de la Reina, en la provincia de Toledo. En efecto, cogió una habitación en el hotel Los Perales. Las cámaras de seguridad la muestran empujando la silla de ruedas en la que va su hijo, tapado con una manta. Llegan hacia las nueve y media de la noche, el empleado de recepción cree ver al niño dormido. Están varias horas en la habitación y Macarena sale empujando la silla donde va David hacia las doce y media de aquella noche.
Las imágenes recuperadas por la Policía avalan su historia
Macarena cuenta que salió de Talavera en dirección a Madrid y que poco antes de entrar en la ciudad paró y dejó el cadáver de su hijo en un contenedor de basura de color gris. La mujer no ha sabido decir dónde. Era de noche y sí apuntó que lo hizo tras pasar por Arroyomolinos y Alcorcón.
Unas cámaras de seguridad muestran el coche cruzando la avenida de Portugal, frente a la Casa de Campo, y cogiendo la M-30. La policía comprobó que había tardado mucho en un tramo concreto y cree que allí pudo parar a deshacerse de su hijo y de la silla de ruedas, que tampoco se ha encontrado.
Sin rastro de Antonio David
La mujer se ha cambiado de ropa y ha tardado mucho tiempo en llegar allí desde Madrid. Ella no mencionó este punto de su viaje a la policía, que lo descubrió en su investigación. Las cámaras de un hotel de Riaza la muestran, ahora vestida de naranja, entrar y subir las escaleras. Lleva una gran maleta y va sola, ya no hay rastro de su hijo discapacitado ni de la silla de ruedas. Un vecino la ve tirando cosas a un contenedor de basura, pero la policía cree que era documentación y objetos personales de su hijo.
Aparece sola en una gasolinera de Carabias
Las cámaras también la graban. Ha vuelto a cambiarse de ropa, ahora va de amarillo, y le dice a una empleada de la gasolinera que han matado a su hijo. La empleada, horrorizada, llama al 112 y muy pronto llegan allí guardias civiles y servicios de emergencia. Macarena cuenta que ha dejado a su hijo en un contenedor de basura y la llevan a la unidad psiquiátrica del hospital de Segovia, donde empieza a recibir tratamiento ese mismo 13 de septiembre con la esperanza de que se recupere y lleve a la policía donde dejó a su hijo.
Intenta ayudar a buscar a su hijo
La madre hace un dibujo artesanal en el que intenta explicar dónde dejó a David y dónde dejó la silla de ruedas. Los policías buscan durante meses cientos de contenedores y los dos vertederos donde van las basuras de esas zonas de Madrid, que son los de Valdemingómez y Pinto. Sin resultado. Esas búsquedas han quedado suspendidas.
Los policías llevaron a la madre a realizar el mismo recorrido que hizo con su hijo aquel 12 de septiembre. Una de las veces la mujer sufrió una crisis y tuvieron que suspender la reconstrucción. Otra vez cambió de versión y dijo que lo había tirado por un barranco. Los investigadores llevaron incluso a ese sacerdote de confianza de Macarena desde Morón al hospital de Segovia con la esperanza de que consiguiera que la madre recordara o contara algo. Sin éxito.
El juez deja a Macarena en libertad
Macarena fue trasladada primero a un psiquiátrico de Sevilla, más cerca de su familia, la abuela de David y su hija mayor. Luego, obtuvo el alta y la libertad. La idea del juez era que la mujer, en su entorno, pudiera recordar qué hizo con su hijo, cómo murió y dónde dejó su cadáver.
Tampoco ha funcionado y los investigadores defienden que fue un error. Algunos piensan que Macarena debería estar en la cárcel o en un psiquiátrico hasta que pueda contar lo que ocurrió con su hijo David, al que ella había dedicado su vida.