EL BLOG DE TERRITORIO NEGRO

El extorsionador de las primeras páginas

Un vistazo a las portadas de los periódicos o de las revistas le bastaban al protagonista de nuestro Territorio Negro de hoy para elegir a sus víctimas y comenzar su trama de chantaje, amenazas y extorsión. Un peligroso juego que ha acabado con él entre rejas, aunque, eso sí, antes había hecho caja chantajeando, al menos, a uno de nuestros personajes más VIP. Hoy contamos la increíble historia de este buscavidas…

ondacero.es

Madrid | 15.01.2013 16:44

Tita Cervera no quiso perderse el Torneo de Godó
Testigos del torneo Conde de Godó | Gtres

Empecemos por el final de esta historia, que termina muy cerca de la catedral de Santiago de Compostela, en el convento de las Madres Mercedarias. Allí, a ese escenario tan medieval, un convento del siglo XVII, acudió Fernando Sieira Maneiro, un coruñés de 43 años, el pasado jueves por la tarde, convencido de que José María Díaz Fernández, el ex deán de la catedral de Santiago de Compostela, le iba a entregar un sobre con 18.000 euros. Pero quienes aparecieron allí fueron varios policías del GRECO de Galicia, que detuvieron al chantajista, a Fernando Sieira.

Fernando Sieira llevaba varias semanas hablando con José María Díaz, el que hasta el pasado 20 de diciembre era el deán de la catedral de Santiago de Compostela, puesto que perdió después de varias intrigas y del robo del Códice Calixtino.

Sieira contactó con él sacerdote por teléfono el día siguiente de la pasada Navidad, el 26 de diciembre. Posteriormente, el 2 de enero, el religioso y Sieira se vieron en persona. El ahora detenido –que no conocía de nada al Deán– le dijo que tenía una información muy comprometedora sobre él, una información que le había facilitado Manuel Fernández Castiñeiras.

Manuel Fernández Castiñeiras está en prisión, acusado de robar el Códice Calixtino y más de un millón de euros en metálico de la catedral de Santiago. En esa cita del pasado dos de enero, y en conversaciones posteriores, Fernando Sieira le contó al ex deán que el electricista le había hecho llegar un DVD con grabaciones que comprometían al religioso y que le vinculaban de manera muy estrecha con el ladrón.

Además, según le dijo, dejaban en muy mal lugar, no solo al anciano religioso, sino a todo el cabildo de la catedral, a muchos responsables del templo, que poco más o menos habrían colaborado en el robo del valioso volumen y en ese continuo descuido de dinero procedente de los peregrinos gracias al que el electricista atesoró más de un millón de euros.

Ya desde las primeras horas del robo del Códice Calixtino, hubo quien especuló sobre algunas debilidades, digamos terrenales, del archivero y deán José María Díaz, que nada tenían que ver con el autor y las razones del robo, pero de las que se habló en el marco de las investigaciones. Y sí es cierto que el deán de la catedral y el autor del robo tenían una muy buena relación, que mantuvieron incluso después de que el electricista se llevase el valiosísimo volumen. Al fin y al cabo, Manolo había estado 25 años trabajando en la catedral y en todo ese tiempo José María Díaz había estado allí, primero como archivero y luego como máximo responsable del templo.

Las grabaciones no existen, pero Fernando Sieira había hecho bien los deberes antes de poner en marcha su chantaje. Se había enterado de todas las habladurías y rumores que circulaban por la catedral y los había empleado en sus charlas con el ex deán, un señor de más de ochenta años que, como te imaginas, no pasa por su mejor momento y está bastante vulnerable después del robo del Códice, un suceso en el que muchos vieron la oportunidad de acabar con él.

Pese a esta vulnerabilidad, el dean tuvo los arrestos de entrevistarse con el chantajista y de avisar a la policía.  José María Díaz se vio un par de veces desde las navidades con Sieira, que le exigió 18.000 euros a cambio de ese supuesto DVD con información comprometida. El religioso habló entonces con el que ya es su superior, el actual deán, Segundo Pérez. Le contó lo que pasaba, lo que le estaban pidiendo, y éste no dudó en acudir a la policía para denunciar los hechos.

El GRECO de Galicia se hizo cargo de las investigaciones y se enteraron de que en los días siguientes, el chantajista esperaba una entrega de dinero: 18.000 euros a cambio del DVD. Así que el jueves por la tarde le detuvieron en cuanto apareció por el convento y el ex deán le identificó.

Evidentemente no llevaba nada. Fue trasladado a comisaría y puesto a disposición de un juez, también viejo conocido de las autoridades catedralicias…

Fue el mismo juez que instruyó el caso del robo del Códice y que mandó a prisión a Fernando Sieira, que tampoco es precisamente un desconocido para la policía.

Sieira nació en Noia hace cuarenta años, pero suele vivir en A Coruña, aunque no tiene un lugar fijo de residencia y pasa bastante tiempo saltando de hotel en hotel, probablemente para dificultar su localización, porque es un superviviente, un buscavidas. La policía sabe que es capaz de adoptar personalidades distintas de manera muy convincente. Hace un tiempo se creó un personaje que le sirvió para engañar a la mismísima Tita Cervera…

El de un viejo marino. Dijo haber formado parte de la tripulación de un yate de recreo perteneciente a un acaudalado empresario y en el que durante el verano de 2011 había surcado las aguas la nuera de Tita Cervera, la ex modelo Blanca Cuesta, la esposa de Borja.

Así se tramó el chantaje a la baronesa. En el mes de septiembre de 2011, un tipo comenzó a llamar a uno de los teléfonos personales que emplea Carmen Cervera, aunque el aparato lo suele coger una de las personas de su máxima confianza, que hace las veces de chófer, escolta, jefe de gabinete, confidente… Al otro lado del teléfono, alguien le habla a este hombre de un vídeo de contenido sexual, un vídeo grabado en un yate…

La protagonista de ese vídeo no sería otra que Blanca Cuesta, que aparecería –aseguraba este marino estafador– manteniendo relaciones sexuales con varios hombres y consumiendo drogas en la cubierta del barco. El hombre de confianza de la baronesa, que se llama Manuel Tumbeiro, se vio en la obligación de contarle a su jefa lo que decía el comunicante –que había llamado varias veces– y el dinero que pretendía obtener a cambio de entregar un DVD con esas imágenes tan explícitas.

El chantajista pidió primero 37.000 euros. Luego, en las siguientes negociaciones que mantuvo durante el mes de septiembre de 2011 rebajó el precio a 33.000 euros y finalmente acabó aceptando los 30.000 euros que le ofreció Manuel Tumbeiro, que, eso sí, denunció los hechos en el juzgado. El caso recayó en el juzgado de instrucción 40 de Madrid, que comenzó las investigaciones.

Imaginamos que le interesaría retirarlo de la circulación para que ningún medio socavase el buen nombre de su nuera. Lo cierto es que su el chantajista y el hombre de confianza de la baronesa siguieron en contacto e incluso fijaron una primera entrega de dinero.

Acordaron verse en una cafetería de la Gran Vía, en el centro de Madrid. Allí, Tumbeiro debía llevar el dinero y el chantajista el DVD con las imágenes de Blanca Cuesta. Cuando se vieron, el hombre de confianza de la baronesa la dio al supuesto marinero un sobre con 18.000 euros. Los 12.000 restantes, hasta llegar a la cifra acordada de 30.000, se los daría cuando recibiese el DVD.

El extorsionador cogió el dinero y le dijo a Tumbeiro que regresaría en diez minutos… Y hasta hoy, por allí no apareció nadie. El chantajista se conformó con ese botín, más que suficiente, desde luego, a cambio de nada… Aunque, eso sí, más tarde llamó varias veces a Tumbeiro pidiéndole más dinero e incluso amenazándole de muerte si le pasaba algo.

No existía ese vídeo y, de hecho, la supuesta protagonista del vídeo, Blanca Cuesta, fue llamada a declarar por el juez que llevaba el caso. La nuera de la baronesa dejó bien claro que era imposible que existiesen esas grabaciones por la sencilla razón de que ella nunca había estado en una situación como la descrita por el chantajista. La mujer mostró su extrañeza porque la extorsión no fuese dirigida a ella, sino a su suegra, y le dijo al juez que Borja Thyssen y ella habían sido objeto de chantajes similares. Blanca Cuesta también apuntó su extrañeza porque su suegra digamos que estuviera tan interesada y comprara a ciegas esa historia y desconfiaba de que lo hiciera por el bien de la familia.

Se investigó todo lo que pudo investigarse. El caso cayó en manos de la Guardia Civil de Madrid, que trató por todos los medios de identificar al extorsionador, aunque digamos que el juez no lo puso demasiado fácil.

Los agentes lograron averiguar que las llamadas realizadas por el extorsionador habían sido hechas desde teléfonos públicos, pero el juez no dio permiso a la Guardia Civil para intervenir más teléfonos, así que los investigadores gastaron muchas horas persiguiendo una sombra y una imagen.

Ya te hemos comentado antes que la cita con el hombre de confianza de la baronesa tuvo lugar en una cafetería del centro de Madrid en la que, naturalmente, había cámaras de seguridad que grabaron al falso marinero, así que la Guardia Civil pudo obtener la imagen del tipo que se había llevado los 18.000 euros de la baronesa y que ahora ha sido clave.

Cuando los agentes del Greco de Galicia conocieron la existencia de la denuncia del deán recordaron la historia del chantaje a la baronesa, una historia que contamos aquí y escribimos en Interviú. Afortunadamente, entre nuestros oyentes y lectores hay policías y a alguno de ellos les sonó lo del DVD, los 18.000 euros –la misma cantidad– y relacionó un caso con el otro…

El jueves por la tarde, cuando Fernando Sieira fue detenido, los agentes del Greco se pusieron en contacto con sus colegas de la Guardia Civil. Les pidieron el expediente abierto tras la denuncia del hombre de confianza de la baronesa. Allí estaba la vídeoimpresión de las cámaras de la cafetería y… ¡bingo! Se trataba del mismo hombre. Aunque, eso sí, para asegurarse, se pusieron en contacto con Manuel Tumbeiro y le enviaron una foto del detenido. Éste reconoció sin ninguna duda al hombre de la foto como el mismo al que entregó 18.000 euros a cambio de nada.

Los compañeros de la Voz de Galicia publicaron que es hijo de un antiguo concejal del PSOE en Porto do Son, y que vivió una temporada en Canarias. Que fue acusado de un hurto. Debió meterse en problemas más serios, o trató de engañar a alguien vinculado con el tráfico de drogas, porque le tiraron por el hueco de un ascensor y casi lo matan. Sus padres lo trajeron de vuelta a Galicia, pero tras un tiempo tranquilo, digamos, se ve que decidió que engañar a famosos era menos arriesgado, digamos, que tratar de hacerlo con narcotraficantes.

Él niega todo, incluso dice que no chantajeó al ex deán, que pasaba por allí cuando le detuvieron. Pero los 15 meses transcurridos entre los delitos parece mucho tiempo de enfriamiento para alguien que tiene toda la pinta de haber hecho del chantaje una forma de vida. La policía está intentando escarbar en viejas denuncias o enterarse, que será lo más acertado, de extorsiones parecidas que no han sido denunciadas.

Puede haber víctimas famosas de este estafador que no hayan denunciado, o bien porque no llegaran a pagarle una cantidad significativa, o bien porque pagaron a cambio de algo y les dé vergüenza admitirlo y que se hable de algún trapo sucio suyo, sea o no cierto.