Explica que la 'testigo protegida 3' fue vital para la investigación gracias a su "precisión en los detalles". "Si la familia hubiera preferido que olvidar era la mejor opción para la menor quizá nunca se hubieran podido obtener esos detalles", revela.
"La pieza que puso la guinda fueron una serie de coincidencias", añade el inspector jefe. Entre ellas, un gran parecido del individuo con el retrato robot, un piso en la zona propiedad de su madre y una serie de antecedentes que el equipo halló en "legajos de papel todavía por digitalizar que estaban guardados en un edificio".
Destaca que uno de los elementos de la 'firma del autor' era una frase que ya mencionó a otra víctima 18 años atrás: "Vamos a gastarle una broma a un familiar".