Se habían abierto camino en ese vaporoso mundo de los influencers. Eran una pareja de hombres, uno más mayor, Hernán, 34 años; otro, Iván, mucho más joven, de 21 años. Se hacían llamar los Petazetaz. Colgaban vídeos más o menos gamberros en tik tok. A finales del año pasado, ya tenían 400.000 seguidores, casi todos adolescentes. Los dos Petazetaz fueron detenidos en enero por delitos de agresiones y abusos sexuales, drogas a menores y pornografía infantil, en lo que la policía llamó operación Network…
Antes vamos a actualizar una caso al que dedicamos un territorio negro en su día. Los insultos racistas a Vinicus en el campo de Mestalla: hay condena para los tres acusados a los que se pudo identificar.
Vamos a presentar, ahora sí a estos dos tipos, los Petazetaz. Vamos a situarnos en el mundo de los influencers de TikTok y de Instagram. Son dos individuos que hacen vídeos más o menos graciosos. Hernán y su amigo Iván llevaban años probando suerte en las redes sociales. Primero se hicieron llamar Teamcoco y luego Petazetaz. Hacían vídeos que empezaron a tener bastante éxito en redes sociales hacia el verano de 2023. Vídeos sobre aburrimiento, discotecas, algunos retos y cosas tan absurdas como tratar de cazar a un pato, cómo presentaba Hernán, alias Henry, uno de sus vídeos de más éxito.
Estos dos aspirantes a influencers van consiguiendo su sueño. Graban muchos de sus vídeos en un piso del barrio de Vallecas, en Madrid, donde vive Hernán, el mayor, un tipo ya treintañero. Y por ese piso empiezan a pasar algunos seguidores, casi todo chicas, casi todas menores de edad. Y dos de esas chicas que soñaban con ser influencers como los Petazetaz y llegan a vivir en una habitación de ese piso durante meses explotan el pasado mes de diciembre y denuncian en la comisaría de Alcalá de Henares lo que está ocurriendo allí, lo que ellas han visto. Dicen que el Petazeta mayor, Hernán, cita en su piso a algunas seguidoras y que les da a chicas menores de edad diferentes drogas para tener sexo con ellas sin que pudieran resistirse. También cuentan a la policía que Hernán tiene en su piso varias cámaras con las que graba lo que hace y en algunos casos ha enviado esos vídeos a algunos conocidos.
Hasta nueve chicas, todas menores de edad, entre 13 y 17 años, cuentan historias muy similares. Veían los vídeos de los Petazetaz y eran invitadas al piso de Hernán, el mayor. Una vez allí, les ofrecían todo tipo de drogas, desde cocaína a tusi, ketamina, y una cosa que los petazetaz llamaban “chorri”, que en realidad era éxtasis líquido o GHB, una de las drogas que anulan la voluntad y la resistencia.
Vamos a resumir el testimonio ante la policía de una de esas chicas, de 17 años. Fue al piso porque una amiga era seguidora de los Petazetaz. Le ofrecieron el líquido transparente, el chorri, en un bote, se negó a beberlo. Hernán, el mayor, pensó que había tomado la droga y cuando creyó que estaba más indefensa le dijo: “Qué buena estás, qué tetas tienes, me gustaría atragantarte y que duermas. Te voy a dar hasta hacerte llorar. Ahora cuando follemos en mi habitación verás qué bien, tengo cámaras y te va a gustar”.
Un tipo vestido como un adolescente, pero que tiene 34 años, recuerden. La chica dijo 'no' y se resistió todo lo que pudo. Se refugió con su amiga en otra habitación, pero él entró detrás y le tocó los muslos y el estómago. Entraba y salía de la habitación, estaba desnudo y movía el pene hacia ella. Le enseño un objeto sexual y se acercaba hacia ella. La chica pasó un rato horrible y no salió de la habitación en horas.
Ella lo contó así ante la Policía: “Entró desnudo con una máscara en la cara, se acercó y empezó a mover su pene hacia mí”. Lo echaron de la habitación, pero volvió poco después. Ella denunció que lo había pasado muy mal, que había tenido mucho miedo. Dijo “Pensé que me iba a forzar, yo estaba totalmente indefensa”. Lo echaron dos veces de la habitación y Hernán, suponemos que ayudado por las drogas, se quedó dormido en el salón.
Esta chica tenía 17 años, pero entre las víctimas de este hombre hay alguna de 13 años Son todos testimonios durísimos. Las chicas más pequeñas acudían atraídas porque los Petazetaz eran famosos, para ellas era casi un sueño conocer a sus ídolos. Cuando llegaban al piso, les ofrecían drogas y les decían que tenían que darles algo a cambio, obviamente sexo. Una de esas chicas de 13 años explicó a la policía lo que le decía Hernán: “A mí lo que me gusta es darles drogas a las chicas y consumir con ellas. Así se folla mejor”.
Las víctimas han contado cómo algunas se desmayaron después de tomar la droga, el chorri. Alguna se despertó a la mañana siguiente, otra mientras Hernán la estaba agrediendo sexualmente. Para poder violarlas, estos influencers siempre intentaban que las chicas tomaran ese GHB, el chorry que decían ellos
Otra de las víctimas, de 16 años, recuerda que ella lo tomó con Coca Cola, que nunca lo había probado. Fueron luego a la zona de la estación de Príncipe Pío, en Madrid. Allí estuvieron bebiendo con amigos, pero el GHB empezó a hacerle efecto, la chica se sintió mareada, como que no controlaba su cuerpo le dijo a la policía. Entonces apareció Hernán, el Petazeta, aparentemente para ayudarla. Ella se fio y le dijo que se encontraba mal, se fueron a un lugar aparte y allí la agredió sexualmente. Luego, le dijo: "Esto mejor no se lo digas a nadie”.
La chica volvió rota donde estaban sus amigos, que no sabían qué había pasado, pero al verla cómo llegaba salieron corriendo detrás del Petazetaz, que se escapó aquella noche. Su testimonio es durísimo, los policías que lo recogieron añaden que tiene que parar a llorar durante diez minutos para poder seguir contando lo que le hizo. Repetía que la agobió mucho y que le hizo mucho daño.
La grabación de Hernán a sus conocidos, clave en la investigación
La investigación de la policía recoge las denuncias de nueve víctimas, todas menores de edad. Y recupera también algunas grabaciones hechas por este hombre de 34 años que se vestía y se vendía como casi un adolescente. Los policías recuperan una grabación de voz, un audio, que Hernán Petazetaz había enviado a varios de sus conocidos. No sé si se entiende bien a este hombre, Hernán, 34 años, dice: "Yo paso vídeos fornicando si queréis, ¿eh? A mí no me importa ver cómo destrozo a una mujer por detrás. Soy un depredador".
Envió al menos un vídeo en el que se le ve practicando sexo con una chica de 15 años. La Policía ha analizado el vídeo y localizó a la chica, que pensaba que era la novia de este hombre, de 34 años, insistimos. A ella se le ve con nitidez, a él, casualmente no se le ve la cara, pero le identificaron por una pulsera con la bandera de España que llevaba en la muñeca y por un tatuaje que tiene en la zona del pubis y en el que se lee “Chorry Time”, en alusión a lo que ocurría después de que repartiera éxtasis a las menores.
La policía comprueba que esa chica está viviendo en el piso de los Petazetaz y pide permiso al juez para actuar. El 24 de enero entran en el piso y los detienen. Esta chica es, entonces ella pensaba que no, la última víctima de los Petazetaz. Es la que peor lo está pasando, nos contaban. Pensaba que el tal Hernán la quería y que eran novios. Se ha dado cuenta, con ayuda psicológica, de cómo la ha utilizado, y eso debe ser durísimo.
La Policía detuvo a los dos Petazetaz y requisó diferentes drogas en el piso, desde MDMA hasta ketamina, pasando por cocaína y también, imaginamos que por si acaso, restos de sildenafilo, el principio activo de la viagra, y dapoxetina, utilizada para evitar la eyaculación precoz.
El papel de Iván, el más joven del grupo
Desde el principio quedó claro que Hernán, el mayor, era el que llevaba la voz cantante. De las nueve denunciantes, solo una acusó al joven, a Iván, de agresión sexual. El resto siempre sitúan a Hernán como su agresor. Y el mes pasado, este Iván, digamos que el Petazetaz joven, se convirtió en un arrepentido en esta historia y acusó a su amigo.
Iván aseguró que Hernán fue el que le metió en el mundo de las drogas y que una vez que ya estaba enganchado fue cuando ocurrieron los abusos a menores en los que, insiste, él no participó. Está acusado de una agresión sexual a menores. El resto de víctimas no lo mencionan, salvo un chico.
Pero es una víctima de un delito de lesiones y quizás de otro de odio. Este chico fue al piso, le dieron chorry mezclado con el alcohol y también fue agredido, pero no por motivos sexuales, sino imaginamos que solo por crueldad o porque simplemente podían hacerle daño.
Luego, le desnudaron, le pintaron el cuerpo con rotulador, le pusieron un televisor encima para que no pudiera moverse y le metieron una bengala por el ano. Luego, encendieron la bengala. Todo eso fue convenientemente grabado en vídeo y difundido por redes sociales.
La declaración de Hernán, el líder de los Petazetaz
Insiste en su inocencia. Niega las agresiones sexuales. Es un tipo de 34 años sin profesión conocida, extremeño, que había ido un par de veces a programas de televisión de esos en los que se busca pareja, sin éxito. Y que había sido detenido en 2023 cuando iba en moto por Madrid con una pequeña cantidad de droga.
Y ahora, como ocurre en ocasiones en estos territorios, terminamos con un mensaje digamos poco optimista. Estos dos tipos, el más o menos arrepentido y el adulto, el Petazetaz treintañero, están en libertad.
Iván no llegó a entrar en prisión. Hernán sí estuvo unas semanas en la cárcel, pero está en libertad provisional a la espera del juicio. Ahora el reto, como hemos contado en otras ocasiones, es apoyar a las víctimas durante todo este proceso tan lento y tan doloroso para ellas, para que lleguen al juicio en condiciones de declarar y de contar, otra vez, el horror que vivieron.
Hay nueve denuncias, aunque la Policía cree que puede haber hasta 50 víctimas de este dúo. Casi todas las denunciantes provienen de familias rotas. Una de ellas tiene al padre en la cárcel, otra tiene una madre drogadicta, una más tiene un problema psiquiátrico diagnosticado anterior a este episodio, dos fueron ya maltratadas por sus padres o por un novio adolescente, el chico tiene una discapacidad psíquica reconocida...
Casi todas eran gente ya vulnerable cuando conocieron a los Petazetaz, dos tipos famosos, y pensaron que iban a cumplir su sueño.