Un hombre maduro, de 59 años, británico, y millonario, llega al hospital de Son Espases en la madrugada del 4 de septiembre de 2019. Ha sufrido un ataque al corazón y tienen que practicarle urgentemente un cateterismo. Los médicos, que le salvan la vida, no conocen la tremenda historia que le ha llevado hasta allí. Una historia de mafiosos, sexo de pago y chantajes. Hemos situado a este millonario recuperándose en una habitación del hospital Son Espases, en Mallorca. Nuestro hombre estuvo ingresado diez días en el hospital. Pudo avisar de lo que le estaba pasando antes de desplomarse en su casa.
Los médicos hicieron bien y rápido su trabajo. Había sufrido un ataque cardíaco aquella noche en su formidable chalet de Port d’Andratx, un antiguo pueblo de pescadores reconvertido en paraíso para millonarios en la isla de Mallorca. Durante esa convalecencia en el hospital, eso sí, no dejaba de mandar mensajes a través de su teléfono móvil y parecía angustiado. Y esos mensajes urgentes no eran para sus dos hijas, ni tampoco para su ex mujer.
Se los enviaba a una mujer de 28 años, búlgara. Una mujer morena y muy guapa. “He tenido un gran ataque al corazón y estoy en cuidados intensivos. Estaré en el hospital por muchos días”.La joven mujer búlgara era la amante de nuestro hombre desde al menos siete años atrás. Pero el mensaje no era sentimental. El resto del texto que envía este millonario desde la cama del hospital fue: “Pagaré tan pronto como salga de cuidados intensivos. Por favor, no hagan daño a mis hijos”. La mujer, su amante búlgara, responde rápido: “No hay problema, pero me han dicho que debes pagar lo antes posible para evitar más problemas”.
El hombre está aterrorizado por sus hijas. Y para que su amante le crea, le envía también una fotografía, una prueba digamos, de que no la está engañando...Eso es. Una fotografía en la que se ve al millonario muy desmejorado sobre la cama del hospital. Él insiste ante la mujer: “Diles a los hombres con los que viniste que tuve un ataque al corazón y muéstrales la foto”. Quiere evitar que esos hombres hagan daño a sus hijas. La mujer le contesta con frialdad: “Ya la han visto”.
El millonario conoció a su amante en Bélgica
La mujer tenía 22 años cuando conoció al millonario cincuentón y afincado en Mallorca. Un día de 2012, el hombre estaba por asuntos de negocios en Bélgica y decidió irse a la zona roja, a la zona de burdeles de una de las ciudades que visitó. Allí trabajaba esta joven búlgara, muy joven y muy atractiva. El hombre pagó por tener sexo con ella y digamos que se enganchó de la chica.Se enganchó tanto que, siete años después de aquel encuentro en Bélgica, la citó en su casa de Mallorca...Y mucho más. El empresario comenzó muy pronto a ayudarla económicamente. Como se decía antiguamente, la retiró de los burdeles y empezó a pagarle, a darle casi un sueldo mensual, por mantener encuentros sexuales esporádicos en diferentes lugares de Europa.
Ante la Guardia Civil, este millonario explicaría que ella le visitaba en diferentes mansiones que él tiene por Europa. Incluso dijo que eran novios. En realidad le pagaba 10.000 euros al mes por ese peculiar régimen de visitas. Aunque luego decidió bajarle el sueldo a esta mujer y le pagaba solo 6.000 euros al mes. Debían verse y tener sexo unas ocho o nueve veces cada año, según el acuerdo entre los dos.Y esa relación, de sexo por dinero, continúa hasta aquella noche de septiembre de 2019 en Mallorca.
Aquella era una cita más, o eso parecía. El millonario británico esperaba en su casa de Mallorca la llegada de la chica búlgara. Como siempre, le había pagado billetes de avión. Pero esa vez, la mujer no va a ir sola hasta la mansión de Port d’Andratx. Ella llega hacia las once y veinte de la noche, conoce ya la mansión de otras ocasiones. Nuestro hombre la recibe encantada y ella le sugiere que se dé un baño relajante antes del sexo. Antes, eso sí, le pide que ponga la música alta, que quiere oírla por toda la casa. El hombre accede, sube la música, se desnuda y se mete en la bañera.Aquí las cosas se tuercen. En el baño irrumpen entonces dos tipos altos, fuertes, que llevan la cara tapada con pasamontañas.
Se acercan a la bañera y le dicen seis palabras: “no digas nada o te matamos”.Y aquí empieza un relato de terror que acabó con el hombre, con este millonario, sufriendo un ataque al corazón...Lo sacan de la bañera, le llevan a la cama de su dormitorio principal, le quitan el teléfono móvil y el ordenador portátil para evitar que pidiera ayuda. Uno de los secuestradores echa las cortinas y el otro se sienta frente al millonario. Le dice “yo estuve en las fuerzas especiales del ejército de su majestad. Ahora formo parte de una red criminal internacional. El marido de esta mujer me ha contratado para matarte si no colaboras”.Saben que tiene mucho dinero, claro, y quieren que les pague. ¡Mucho dinero!Exacto. El hombre recordó después que aquel secuestrador, que tenía acento inglés, le insultaba y le decía: “Eres un mal hombre por pagar a esta mujer para tener sexo. Has tenido sexo pervertido con ella? La estás preparando para ser una estrella del porno? Te vamos a quitar la columna vertebral igual que si fueses un pescado”
Los matones amenazaron con matar a sus hijos
Uno de los asaltantes saca un teléfono móvil y le enseña al millonario imágenes de sus dos hijos, de 15 y 20 años de edad entonces. También le enseña fotos de su ex mujer y de una de sus casas, la que tienen en Bélgica. Tiene que entregarles 150 mil euros o, si no lo hace, las matarán a las tres.Y el hombre accede. Es millonario, tiene ese dinero y mucho más. Y los secuestradores, que lo saben, se aprovechan de eso...
La víctima accede a hacerles una transferencia, pero tenía que contactar con el banco para autorizarla en persona, era mucho dinero. Los secuestradores y la chica aceptan irse, antes se llevan 700 euros y 300 libras que el hombre tenía a mano y le advierten de que le estarían vigilando, si no pagaba o si denunciaba el caso, volverían, le torturarían y matarían a su ex mujer y a sus hijas.Cuando le dejan solo, este hombre sufre el ataque al corazón. Le llevan al hospital y, cuando vuelve a estar consciente, paga una buena parte de ese chantaje.
En la cama del hospital recibía más mensajes. Ahora el asunto había subido. Tenía que pagar otros 100.000 euros más, hasta 250 mil euros, porque se había retrasado. “Vamos a terminar esto o realmente te joderé de todas las maneras posibles y luego volveré a verte. O alguien te hará una visita. O quizás a tu hija”.El millonario, que había salvado la vida de milagro, no pudo más y todavía ingresado en el hospital, denunció el caso a la Guardia Civil.Los chantajistas seguían escribiéndole mensajes como este: “mi paciencia se acabó y la mejor parte es que puedo hacer que pasen muchas cosas en muchas ocasiones o al mismo tiempo y no sabrás cuándo ni dónde sucederán. Trozo a trozo te quitaré tu vida, dejándote hasta el final para que la veas caer ante ti, o volar por los aires digamos tus coches, tus propiedades, las personas que te rodean o que están cerca de ti”.
La Guardia Civil tira del hilo. Sigue la pista de esos mensajes, de esos teléfonos móviles, y pocos días después detiene a los dos hombres y a la mujer. De ella ya sabemos que era una joven que se prostituía en Bélgica hasta que conoció al millonario. Ellos son dos miembros de la banda criminal y mítica Los Ángeles del Infierno, un grupo de moteros vinculados con tráfico de drogas y trata de mujeres con lo que llaman Capítulos (Chapters), una especie de delegaciones instaladas por muchos lugares del mundo, entre otros, Mallorca.