A la negra lista de asesinos en serie que han actuado en nuestro país, pronto se unirá uno que será juzgado el próximo verano y cuyos crímenes no han tenido la notoriedad de otros, quizás porque sus víctimas fueron todas prostitutas. Ignacio Palma se va a sentar en el banquillo, acusado de la muerte de tres de las once mujeres con las que mantuvo encuentros sexuales en año y medio. De una de ellas, Marta Calvo, no se han podido encontrar sus restos, que Ignacio Palma confesó haber descuartizado y arrojado en distintos lugares. En 'Territorio Negro', hablamos de los crímenes de este asesino con Luis Rendueles y Manu Marlasca.
Entre el verano de 2018 y el 7 de noviembre de 2019, Jorge Ignacio Palma Jacome, un colombiano dedicado al tráfico de drogas, contrató los servicios sexuales de once mujeres en la provincia de Valencia, todas ellas prostitutas que se anunciaban en páginas de contactos. Dos de ellas, Lady Marcela Vargas y Arliene Ramos, murieron tras estar con el acusado en abril y junio de 2019. De Marta no se encontró nada, él dice que se despertó y estaba muerta. Las otras ocho mujeres sufrieron distintas intoxicaciones y lesiones por las que le acusan de delitos como tentativas de asesinato, de homicidio, agresión sexual, abuso sexual, contra la salud pública, contra la integridad moral, lesiones...
Previamente, las causas estaban dispersas en cinco juzgados distintos y después se unificaron al ver las similitudes de hechos y la misma autoría. Tanto en las tres mujeres muertas como en el resto de las chicas con las que mantuvo relaciones seguía un mismo modus operandi. El juicio va a ser peculiar, algo nunca visto en España, ya que estará conformado por once minijuicios.
El caso de Marta Calvo
Cuando Marta desaparece, la Guardia Civil comenzó a buscar a Ignacio Palma, su último cliente, que acabó entregándose tras varias semanas en paradero desconocido. Su versión siempre fue que, tras una noche de coca y sexo, al despertar y ver que Marta había muerto, se asustó, descuartizó el cadáver y lo arrojó en contenedores. Tras varias búsquedas, la G.C. no ha aparecido ni un resto de su cuerpo, lo que va a dificultar y muchos poder esclarecer cuál fue la mecánica de su muerte. Para ello, eso sí, cuentan con los antecedentes de las otras diez mujeres, las dos muertas y las ocho restantes, que fueron contratadas por Ignacio Palma.
La coca en la muerte de Arliene y Lady Marcela
El 24 de abril, Ignacio contrató los servicios de Arliene. Le advirtió de que quería una fiesta blanca, es decir, acompañar con coca la sesión de sexo. Tal y como había hecho con al menos otras dos mujeres en los meses anteriores, le introdujo bolas de coca en el ano y en la vagina de entre uno y dos centímetros de diámetro y de una enorme pureza. Arliene se sintió mal, comenzó a convulsionar y él se marchó de la vivienda, dejándola agonizante. Otras chicas del burdel la atendieron y avisaron a emergencias. Arliene falleció tras nueve días en coma y en su cuerpo había coca con un 81 por ciento de pureza.
Algo menos de dos meses después, el 14 de junio, Ignacio contrató los servicios de Lady Marcela. Hizo lo mismo con ella: coca en el ano y la vagina, ella se encontró mal, comenzó a convulsionar y él le tapó la boca para que no gritara. La mujer murió por insuficiencia respiratoria y en su caso la cocaína encontrada en su cuerpo superaba el 90 por ciento de pureza y la cantidad hallada en su sangre era veinte veces mayor a la capaz de provocar la muerte.
en su cuerpo había coca con un 81 por ciento de pureza