La captura de un delincuente internacional fugado suele acaparar varios minutos de los programas informativos por lo llamativas que son las detenciones. Lo que no nos cuentan, o al menos de forma detallada, es todo el proceso y el minucioso trabajo que realizan los profesionales encargados de llevar a cabo las investigaciones y atrapar a esos delincuentes.
En 'Territorio Negro', hoy conocemos a tres de ellos, Fernando, Darío y Anastasia, responsables del Grupo de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional.
Ellos son los encargados de buscar y seguirle la pista a asesinos, pederastas, criminales de guerra y otros delincuentes que huyen fuera o que, dentro de nuestras fronteras, se ocultan para evitar rendir cuentas frente a la justicia. Para dar con ellos deben conocer sus puntos débiles, lo que hace que conozcan a la perfección la condición humana y sus límites.
El trabajo detrás del Grupo de Localización de Fugitivos de la Policía
Este grupo policial, que es el que más fugitivos detiene de toda Europa, está conformado por varios policías que están bajo las órdenes de Fernando, y también, por debajo, de Anastasia y Darío. Entre los tres suman decenas de detenciones y seguimientos de la pista de criminales y fugitivos como Antonio Anglés, principal sospechoso del 'Caso Alcàsser'.
Según Fernando, "cada año se abren una media de 1500 casos de búsqueda, recibimos una media de 3000 solicitudes de colaboración y detenemos a unas 400 personas". Aunque su labor es fundamental, reconoce que "no solo somos nosotros, para conseguir estas cifras es fundamental contar con la colaboración de otras plantillas territoriales", ya que, "con el volumen de trabajo que tenemos sería imposible sacar el trabajo".
Dentro del riesgo que supone enfrentarse a estos criminales, Fernando asegura que, en su caso, "tenemos la suerte de contar con la ayuda del Grupo Especial de Operaciones o del Grupo Operativo Especial de Seguridad y no nos falta apoyo en ningún lado".
Sobre el lugar de España más proclive a acoger a estos criminales, Anastasia reconoce que suele depender de la nacionalidad del sujeto y de dónde pueden mimetizarse mejor, aunque "los lugares más frecuentes suelen ser Málaga, Alicante o Madrid".