Hoy conocemos la disciplina de la entomología forense, que consiste en el estudio de los insectos que se encuentran en los cadáveres. Hablamos de ello junto a Ana García, responsable de esta especialidad en la policía científica, y nos explica que son de vital importancia para asegurar la fecha de la muerte. "Hay un tipo de insectos, los colonizadores, que son los primeros en llegar en cuanto una persona muere para alimentarse de su materia. Es gracias a ellos por lo que podemos saber el tiempo que el sujeto lleva muerto", explica.
No obstante, recuerda que la entomología es predecible pero no exacta al 100 %, es decir, sus técnicas sirven para conocer esta fecha, aunque no significa que siempre sea de la misma forma. Asimismo, son muchos los factores que intervienen en la llegada de los insectos y pueden retrasarla. Existen los factores climáticos, geográficos, del entorno (que el cadáver esté en el sol o la sombra), de ecosistema (que se encuentre en la tierra o el agua), entre otros.
No todos los insectos llegan a la vez
García analiza los diferentes tipos de insectos que pueden encontrarse en un cadáver. En primer lugar, los colonizadores, es decir, aquellos que llegan primeros y se alimentan de sus restos atraídos por el proceso de putrefacción y descomposición. Para la entomóloga, en las condiciones adecuadas y en una ubicación no cerrada herméticamente, "no tardan nada en llegar". Estos son los más interesantes desde el punto de vista médico-legal, ya que sirven para saber la fecha de la muerte, lo que se puede utilizar para la fase de instrucción de un caso.
Los siguientes en acudir son los depredadores, que no se nutren del propio cuerpo humano, sino de los primeros insectos que llegaron. Al final, se encuentran los oportunistas, que aprovechan el cadáver para fines no alimenticios, como resguardarse en ellos.
¿Larva o mosca?
A pesar de lo que pueda parecer, saber el estado y la fase de los insectos que han colonizado y ocupado el cuerpo es fundamental para poder conocer la fecha de la muerte. Según García, "no es lo mismo que haya larvas que moscas. Depende de la evolución de ellas, se observa si llevan más o menos tiempo habitándolo".
El origen de los "colonizadores"
La entomóloga recuerda que no hay que confundir a estos insectos con las bacterias que habitan en nuestro sistema mientras estamos vivos. Se trata de organismos que una vez la persona fallece, devoran el cuerpo desde dentro, a diferencia de los primeros. Los insectos no forman parte del cuerpo humano, se encuentran en la naturaleza y acuden detectando el proceso de descomposición y putrefacción. Una vez allí, comienzan a colonizarlo y a alimentarse de él.
La velocidad de llegada es relativa, pero los insectos son capaces de acceder a lugares complejos donde hay cadáveres, como por ejemplo bajo del hormigón. "Una característica del cuerpo humano es que cuando se descompone, libera gases y se hincha. Eso supone que se formen grietas en el hormigón por las que los colonizadores pueden penetrar.
Particularidades del medio acuático
Un organismo que solo se encuentra en el entorno acuático y permite conocer cuánto tiempo lleva un cuerpo en el agua son las diatomeas, es decir, un tipo de algas, que se van pegando al cadáver. No obstante, al igual que con la flora interna, no son insectos, sino microorganismos.