EL BLOG DE TERRITORIO NEGRO

El tesorero del PP y las cuentas en Suiza

Algo más de 22 millones de euros manejó en sus cuentas abiertas en Suiza Luis Bárcenas, el que fuera gerente y luego tesorero del PP hasta su implicación en el caso Gürtel. Tres años y medio después de que la policía y los jueces ­–aquellos que conspiraban y creaban pruebas falsas, ¿recuerdan?– pidieran información a Suiza, ese país por fin ha contestado y ha originado una enorme tormenta en España. Hoy, en el Territorio Negro explicamos cuál ha sido el error de Luis Bárcenas y los entresijos de esas cuentas suyas y de otros ilustres españoles en Suiza.

ondacero.es

Madrid | 21.01.2013 18:01

Luis Bárcenas
Luis Bárcenas, extesorero del Partido Popular | Agencia EFE

Volvemos a hablar hoy de un personaje que se ha convertido en un clásico del territorio negro, don Luis Bárcenas, ex gerente, ex tesorero y ex senador del Partido Popular y acusado de blanqueo de dinero, cohecho y delitos fiscales. Bárcenas ganaba, según sus declaraciones a Hacienda, unos 200.000 euros al año. Y ha acumulado hasta 22 millones de euros en Suiza. No salen las cuentas.

Más si tenemos en cuenta que su esposa, Rosalía Iglesias, no tiene ingresos conocidos, no trabaja, es oficialmente un ama de casa. Esa cifra y esos datos, los algo más de 22 millones de euros ocultos en cuentas suizas, llegan tres años y medio después de que la policía y el juez español preguntaran a las autoridades de ese país.

Recordemos cómo y por qué se empieza a investigar al tesorero del Partido Popular. Un ex concejal del PP en Majadahonda, José Luis Peñas, denuncia ante la unidad de delincuencia económica de la policía una trama de corrupción y sobornos que en principio parece limitarse al PP de Madrid. Un tipo llamado Francisco Correa, afirma, se está haciendo de oro organizando actos y campañas del partido y, a cambio, paga sobornos y comisiones a algunos dirigentes. Peñas aporta algunas grabaciones que realiza al propio Correa en las que éste presume de haber llevado mil millones de pesetas –seis millones de euros– al señor Bárcenas como comisión por haber conseguido para su trama adjudicaciones de obras en la etapa en la que Álvarez Cascos era ministro de Fomento.

Así arranca la operación Gürtel y poco a poco se van consiguiendo pruebas que demuestran que la trama tiene un calado enorme.

La policía detiene al contable de la trama, José Luis Izquierdo. Izquierdo cierra férreamente su puño derecho ante los agentes, que tienen que tirarle al suelo para abrirle la mano. Allí guarda un pen drive con el listado de pagos de sobornos a un montón de políticos, entre otros, a un tal L.B, LBarc, Luis B y Luis el Cabrón, por valor de 1.3 millones de euros.

Y muy pronto empieza también a hablarse de cuentas corrientes en Suiza. La policía localiza a una figura clave, el gestor de los fondos, el hombre que trata con los bancos suizos, el que mueve el dinero de los corruptos. Se llama Arturo Fasana. Le hacen pasar por el aeropuerto de Barajas con una trampa y le detienen. Le toman declaración y da los datos de las cuentas de Correa y su lugarteniente Pablo Crespo, ex dirigente del PP de Galicia. Allí se encuentran y se inmovilizan 21 millones de euros. Pero Fasana, que ha llevado dinero de los Albertos y las hermanas Koplowitz además de muchos otros españoles (por valor de unos 15.000 millones de euros, presume él) dice que no sabe nada de un tal Bárcenas.

Fasana venía a España cada dos meses, casi siempre a Madrid y Barcelona, para mimar a sus clientes vip. Alguien se hizo pasar por un inversor con ansia por llevar dinero a Suiza y dijo venir recomendado por uno de sus clientes. Fasana se resistió pero aceptó quedar con ellos en el aeropuerto de Barajas, antes de coger el avión de vuelta a Suiza. Y allí, como el hombre no quiso colaborar, lo detuvieron con un truquillo que creemos que hoy puede contarse ya.

Los policías dijeron que le estaban investigando por delito fiscal y alegaron “riesgo de fuga”. Fue una argucia, un regate, Fasana no se fugaba, sino que volvía a su casa, pero por desgracia hay que ser imaginativos luchando contra la delincuencia económica y política.

Pero Fasana no lleva los dineros de Bárcenas. Y este asegura que no es LB ni Luis el Cabrón. Aunque la policía está convencida de que es él. Siguen investigando  entre enormes presiones políticas, pero haciendo su trabajo. Los policías recuperan una denuncia de Hacienda, que apunta una extraña maniobra que Bárcenas habría llevado a cabo en 2003 con unos misteriosos cuadros y un crédito bancario.

Lo contamos aquí en un territorio negro del 2010. Bárcenas recibió supuestamente un pago de Correa por 330.000 euros y luego pidió un crédito por la misma cantidad al Banco Popular para comprar un cuadro. Un mes después devolvió el crédito.

Es un viejo pero eficaz método de blanqueo, el de los créditos duplicados. Bárcenas tenía 330.000 euros en negro. Consigue la misma cantidad de un banco español y la lleva a Suiza, donde la admiten sin problemas, porque viene de un banco español. Luego vuelve a España y cancela el crédito. Tiene que pagar de multa algo más de 2.000 euros, pero ya ha limpiado los 330.000 euros. Para evitar sospechas, cuenta que va a comprar un cuadro, pero ante el juez no sabe decir ni el título.

Eso podría ser un delito fiscal, pero lo cierto es que muchos ricos españoles siguen llevando dinero a Suiza porque Suiza no contesta si solo se trata de ese delito.

Eso es. Suiza no colabora en casos de delito fiscal. Por ejemplo, si una tenista, o un empresario, lleva allí dinero que ha ganado trabajando, los suizos creen que no hay que colaborar con los otros países. Solo dan información (y esto desde los atentados de Estados Unidos en 2001) cuando se están investigando otros delitos, es decir, si se trata de dinero procedente del terrorismo, del tráfico de drogas o de la corrupción política y económica.

Por  lo tanto, y pese a esas sospechas sobre Bárcenas, que se añaden también a que su esposa, ama de casa, tuviera un millón de euros en una cuenta en Caja Madrid, o que compraran a tocateja un chalé en Baqueira Beret valorado en otro millón, con eso no bastaba, hacía falta más.

Por eso hubo esa tremenda batalla legal en la que el abogado de Bárcenas aceptaba asumir el delito fiscal, pero rechazaba el blanqueo de dinero. Además, Suiza no contesta a peticiones digamos sencillas de un juez español. No vale, por ejemplo, mandar una comisión rogatoria diciendo, dígame usted si don Luis Bárcenas tiene cuentas en Suiza. Hay que identificar a la persona, sus supuestos delitos, el banco donde tiene el dinero y si es posible, en qué cuenta lo maneja y a nombre de qué sociedad.

Y cómo pudo hacerse esto. Hemos hablado antes de imaginación, porque estamos hablando de la lucha de un grupo de policías y de jueces frente a un entramado internacional poderosísimo.

Con imaginación otra vez, con contactos… Desde luego, no por la vía oficial. Y porque don Luis Bárcenas, suponemos que nervioso por las investigaciones del caso Gürtel, cometió un error que le situó en el punto de mira y ante el que los suizos no pudieron seguir lavándose las manos.

Bárcenas solicitó a su banco suizo, el Dresdner Bank, una tarjeta Visa. Y pidió que tuviera un límite de crédito, de gastos mensuales de 25.000 euros. Cuando los agentes españoles de la UDEF tuvieron esa información en sus manos, en el año 2009 era el momento de mandar la comisión rogatoria a Suiza.

Y esa es la comisión a la que los suizos han respondido ahora, tres años y medio después, más vale tarde, que dice el clásico. Pero ahora el abogado de este hombre dice que ha aprovechado la amnistía fiscal para legalizar 10 de esos millones de euros.

A su nombre, obviamente, no lo ha hecho, porque la ley excluía a todo aquel que estuviese inmerso en un procedimiento legal o administrativo por delito fiscal. Lo habrá hecho con sociedades o testaferros. Pero tiene sentido, igual que el hecho de que moviera gran parte de ese dinero después del estallido del caso Gürtel. Se han descubierto más de cuatro millones en una cuenta en Estados Unidos, por ejemplo.

Hay un dato importante y indignante sobre el tema de la banca suiza. Cuando reciben una comisión rogatoria sobre, por ejemplo, Bárcenas, antes de contestar a un juez, el banco avisa a su cliente; es decir, Bárcenas ya sabía –antes que la policía y el juez español- que Suiza iba a cantar sobre sus millones y sus cuentas, con lo cual tuvo tiempo a dar órdenes para mover su dinero y es posible que haya traído parte a España aprovechando esa amnistía fiscal polémica y dictada por su propio partido.

Suiza, además de no colaborar en asuntos de evasión de impuestos, avisa a sus clientes millonarios cuando sus países les están investigando.

Hay que pensar que muchos ricos españoles sacaron su dinero a Suiza en los años ochenta, casi siempre por carretera o en avión. Pero es que la estructura bancaria suiza es la mejor para llevar dinero, porque en los últimos años se ha perfeccionado. Por ejemplo, ya no hace falta ir allí para abrir la cuenta o vigilar inversiones. Los clientes vips, como don Luis Bárcenas, reciben en Madrid la visita de los gestores suizos, en su caso un tal Eric, con el que se citaba en discretos hoteles. Además ya hay todo un circuito establecido a lo largo de estos años, mucho más profesional: desde grandes gestores, asesores, grandes despachos de abogados, algunos bancos con sucursales en paraísos fiscales, hasta pasadores (que son los tipos que se arriesgan a llevar en persona el dinero a un paraíso fiscal y cobran una comisión).

Por eso ha acabado en Suiza en distintos momentos dinero de Bárcenas, de algún miembro de la familia Pujol, de Iñaki Urdangarín, de la familia Botín, de Juan Antonio Roca, el capo de Marbella…

En el caso de Urdangarín, todo indica que el duque de Palma no quiso que su nombre figurara en las cuentas suizas y recurrió a los servicios de un testaferro, llamado Robert Coxx, un hombre que pone a su nombre hasta 50 sociedades de personas de todo el mundo y cobra un porcentaje. Es otra figura de ese circuito perfectamente engrasado.

En cuanto a la familia Botín, regularizó su situación después de que un antiguo trabajador del banco suizo HSBC, Hervé Falciani, facilitara al gobierno francés –y éste al español- un listado de clientes entre los que estaban ellos. Los Botín aseguraron que la cuenta se abrió durante la guerra civil, pagaron 200 millones de euros y la investigación se cerró.

Entramos ahora en un fenómeno relativamente reciente, los delatores. Empleados de bancos suizos o de Liechtenstein, otro paraíso fiscal, que venden a servicios secretos listados d clientes y cuentas secretas. Ha ocurrido ya con dos ex empleados. Uno fue Heinrich Kieber, gestor de la LGT Group. Kieber vendió un listado de fundaciones o sociedades ocultas al servicio secreto alemán, que luego lo cedió a otros países. La lista de los 67 españoles que tenían dinero allí, y que contamos en un territorio negro de 2008 –dejaron de pagar unos 15.000 millones de pesetas a Hacienda entre 2002 y 2006– da un buen perfil del español evasor.

Allí estaba desde el padre de Artur Mas hasta Alejandro Sanz. Esos eran los famosos. Luego había un arquitecto catalán, empresarios de papelería asturianos, de turismo en Canarias, de la siderurgia vizcaína, de parkings y garajes en Madrid y hasta el fundador de Diez Minutos y Segunda Mano, Ignacio Fagalde.

El otro empleado de banca arrepentido. Se llama Hervé Falciani y está en algún lugar, protegido por los servicios de información españoles. Falciani, un ingeniero informático que trabajó en el HSBC y que se llevó un disco duro con la lista de 130.000 clientes de todo el mundo, también de España, huyó de Suiza y luego de Francia. Llegó a Barcelona donde casualmente fue detenido en julio durante una supuesta inspección rutinaria de un barco y acabó en prisión. En la lista Falciani, donde están por ejemplo, el modisto Valentino o la joven y guapísima esposa de Flavio Briatore, hay 659 españoles, que se sepa.

Poco antes de Navidad se rechazó enviarlo a Suiza, que lo reclama por robo, fue liberado y ahora, dicen, colabora con la policía española en distintas investigaciones, entre ellas las pesquisas sobre las cuentas suizas de algunos hijos de Jordi Pujol. Ahora se está investigando, que nosotros sepamos, si uno de esos hijos, Jordi, tuvo cuenta abierta con Falciani en el HSBC.

Hemos apuntado que la policía a veces tiene que ser imaginativa para conseguir los datos imprescindibles con los que preguntar a Suiza. En esa fase creemos que se encuentra esta investigación. Hay indicios de enriquecimiento de los hijos del señor Pujol y uno de ellos, Josep Pujol, ha reconocido que tenía dinero en Suiza. La cosa está todavía en la fontanería. Y los fontaneros son muy buenos.

La pregunta es si en España los ricos ya hemos contado varias veces, solo pagan un 1 por ciento de impuestos, ¿por qué se siguen yendo a Suiza con el dinero?

Las Sicav, las sociedades de inversión que legalizó el gobierno de Felipe González, con la idea de que las familias con grandes patrimonios invirtieran aquí y no se llevaran el dinero fuera. Pagan solo el 1 por ciento de los beneficios, pero tienen inconvenientes, por ejemplo, han de tener cien socios y un mínimo de 2,4 millones de euros. Aunque hay despachos de abogados que te colocan enseguida 98 o 99 personas dispuestas a figurar en tu sociedad. Hay en España casi 3400 sicavs.

Tienen esas sicav Alicia Koplowitz, Rosalía Mera, ex mujer del dueño de Zara, el propio dueño de Zara, Amancio Ortega, la familia Abelló, la familia Del Pino

Pero se siguen yendo algunos, además de algunos engorros legales de las sicav, porque el motivo de irse a Suiza ya no es no pagar impuestos. Las sociedades pagan allí sus impuestos. Es posible que el señor Bárcenas pagara impuestos allí con sus sociedades. El objetivo de llevar el dinero a Suiza es ocultarlo a las autoridades o a la justicia españolas. Las sicav, al final son públicas y Hacienda las conoce y, se supone, las vigila. Imaginemos que Bárcenas hubiera montado una sicav con 22 millones de euros de capital. La pregunta era inevitable ¿de dónde sale ese dinero?

Y vamos a acabar con los sobresueldos que Bárcenas está dejando correr que pagaba a altos cargos del PP. ¿Serían legales?

Se puede pagar legalmente sobresueldos siempre que luego quien los recibe lo declare a Hacienda y se pague por ello los correspondientes impuestos. En cuanto a esa filtración, suena, más que a amenaza, a voladura controlada. Nos explicamos. La principal enemiga de Bárcenas fue la señora Cospedal, actual secretaria general del PP y que defendió ante un reticente Rajoy que cesara a Bárcenas desde el principio. Otros no estuvieron tan contundentes y alguno salió de frente a defender a Bárcenas

Cascos fue secretario general del PP en los años que el partido despegó y consiguió grandes éxitos, incluida la primera victoria de Aznar, y salió públicamente en defensa de Bárcenas cuando la Gürtel le señaló. En el sumario se habla de esos mil millones de la etapa de Cascos, hay dos altos cargos de AENA imputados y hay un tal PAC que cobraba porque las campañas electorales del PP las montara la Gürtel. No hay más que eso.